Opinión | La Feliz Gobernación

El precio del pecio

El pecio fenicio 'Mazarrón II'

El pecio fenicio 'Mazarrón II' / AYUNTAMIENTO DE MAZARRÓN

En la mar de Mazarrón hay, como saben, un pecio fenicio, en el fondo, pero muy a mano de la costa. No será necesario insistir en el interés de la pieza; es uno de esos hallazgos ante los que arqueólogos e historiadores salivan. Por fin se va a acometer su rescate a partir del mes de septiembre, y se hará despiezándola en trocitos, tanto por funcionalidad en su repesca como porque su destino tal vez provisional es el laboratorio del Arqua, el Museo Nacional de Arqueología Submarina de Cartagena, por cuyas puertas no cabe un buque entero.

Las autoridades culturales informan de que el mayor riesgo de la operación consiste en el efecto ‘agua-aire’, es decir, el impacto que sobre el material del barco tendrá su exposición fuera del elemento en el que permanece aposentado durante siglos. ¿Se desharán las maderas como cuando sacamos la galleta de la taza de chocolate? Parece, por lo que cuentan, que el pecio no está para movidas y que requerirá de un largo proceso de reconstrucción.

Estoy convencido de que cuando podamos verlo en tierra tendrá muchos postizos, pero nos emocionará igual, de la misma manera que uno se emociona en Cartagena cuando pisa calzadas romanas de hace un par de miles de años. Sin embargo, tal vez habría sido oportuno ensayar otra solución. Me la sugirió hace un par de años la catedrática de Historia del Arte y exeurodiputada Cristina Gutiérrez-Cortines: «El pecio habría que dejarlo donde está y acceder a él a través de una instalación submarina». Algo así como un batiscafo, pensé yo, tal como el que recorre para turistas los fondos marinos de la isla de Benidorm que fue símbolo durante años de las películas de Ízaro Flms.

Si la cultura es ya, inevitablemente, turismo, antes de que el pecio fenicio se convierta en una pieza más entre los cacharros de un Museo Arqueológico, ¿por qué no convertirlo en objeto de aventura dejándolo donde está y convocar a su acceso mediante un artilugio submarino? Tendría esta alternativa la virtud de que no habría discusión sobre el lugar en que la pieza debiera ser ubicada, una vez convertida en atractivo para Mazarrón, el lugar en que fue hallada. No sé. Solo era una idea.

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