Opinión | Noticias del Antropoceno

La carrera de Fondos de Idealista

Los hermanos Encinar, junto con César Oteiza, crearon desde cero Idealista, un portal inmobiliario como los que ya proliferaban en ese momento en Estados Unidos y en algunos países europeos como Reino Unido. Como las asociaciones y redes inmobiliarias les cerraron las puertas, no dudaron en contratar recolectores de información para recabar datos de los pisos en venta a partir de los carteles que veían en las ventanas, y animar a los particulares a anunciarse gratis.

Finalmente consiguieron el tráfico suficiente para que las agencias inmobiliarias rentabilizaran su presencia de pago en el portal. Incluso adoptaron políticas tan agresivas como pedir a los compradores que denunciaran a los anunciantes profesionales que se disfrazaban en los anuncios de particulares, una práctica muy habitual en aquellos momentos. Las inmobiliarias, que al principio se habían resistido, acabaron por financiar a los portales.

La relación de Idealista con los profesionales inmobiliarios siempre ha sido de amor y odio simultáneos. Los inmobiliarios se quejan de que tienen que pasar por el aro de pagar por anuncios que a los particulares les salen gratis, excepto en algunos casos específicos. Pero esa gratuidad fue la que facilitó que hubiera abundante oferta para atraer a la demanda. La demanda actúa como la audiencia de cualquier soporte mediático que viva de la publicidad: para el público es gratis, pero el anunciante tiene que pagar.

De una forma u otra, el modelo de negocio es un éxito, e Idealista, con el apoyo de Apax, el primer fondo que adquirió la mayoría de sus acciones en 2015, se ha convertido en el portal inmobiliario líder en España, Portugal e Italia. Ahora Apax ha salido y ha entrado otro Fondo: Cirvent. Como en la anterior venta, los socios fundadores se mantienen al frente del equipo directivo. Nadie parece interesado en cortar la cabeza a la gallina de los huevos de oro.

Mientras tanto, los agentes inmobiliarios se desesperan intentando impulsar sus propios portales inmobiliarios reservados a profesionales. Ellos defienden que los anuncios son de más calidad y que, incluso, los precios de la viviendas publicadas son más realistas, precisamente porque los particulares suelen tener una idea equivocada del valor de su vivienda al sacarla al mercado. Y es que verse tal como se es al mirarse en el espejo no es lo habitual, y sucede lo mismo a la hora de poner el precio a tu vivienda de toda la vida.

Suscríbete para seguir leyendo