Opinión | La Feliz Gobernación

Toñín, el último ciudadano

Sesión plenaria en la que se nombró el Consejo Asesor de la Radiotelevisión Murciana

Sesión plenaria en la que se nombró el Consejo Asesor de la Radiotelevisión Murciana / CARM

No sé si recordarán ustedes que hubo un tiempo en que el partido Ciudadanos obtuvo seis diputados en esta Región. Pues bien, como consecuencia de aquel fugaz éxito y por sus pactos con el PP, dispuso de un representante en el Consejo Asesor de la Radiotelevisión Murciana. La plaza le tocó en suerte a un esforzado militante del barrio murciano de Santa María de Gracia, Toñín, por lo demás amigo mío.

Desde entonces han pasado muchas cosas en la vida política. Albert Rivera se separó de Malú y de Inés Arrimadas, ésta también se separó de sí misma, vinieron las trepatrans y se fueron por donde habían venido, el partido ha ido desapareciendo del mapa y si alguna luz sigue encendida en la sede es porque no queda nadie para apagarla. En la Región puede que resista por ahí, en un pueblo del que ahora no me acuerdo, alguna concejala con el naranja ya descolorido. Por desaparecer, ha desaparecido hasta la nostalgia.

Y, sin embargo, Toñín sigue ahí, en el Consejo Asesor, el último cargo de Ciudadanos en la Región, y me atrevo a suponer que hasta en España.

—Toñín ¿cobras algo por esto?

—Bah, una dieta por ir a reuniones y una comida por Navidad. Pero me divierto.

Toñín trabajó unos meses en la Asamblea Regional a las órdenes de Ana Martínez Vidal, portavoz de lo que quedaba de Ciudadanos. Por entonces todavía reportaba al partido de su actividad en el Consejo, hasta que el Grupo desapareció y él se jubiló. Ahora ya no tiene a quién consultar ni a quién informar, pues si quedara algún dirigente no es de la cuerda de quienes lo nombraron.

El Último Ciudadano cultiva una ironía rápida, a veces sutil, a veces feroz, y vive su situación con mucho sentido del humor. Durante la Transición formó parte de El Zorro Justiciero, un grupo de activistas clandestinos que contraatacaba las solemnes pintadas políticas de la época con otras gamberras y satíricas. Ahora se dedica a ingeniar bocados gastronómicos, que ha bautizado como los jevis, deliciosos.

El Consejo Asesor de RTVRM, un organismo absurdo que no sirve para nada, no es el Consejo General del Poder Judicial, pero el Gobierno de López Miras también se resiste a renovarlo, como el Puerto de Cartagena, el Consejo Social de la UMU o el Consejo Jurídico. Mientras tanto, Toñín presume de ser el único superviviente a su pesar de una especie política (felizmente) extinguida.

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