Opinión | Pasado de rosca

Dosis homeopáticas

Donald Trump y Joe Biden durante un debate.

Donald Trump y Joe Biden durante un debate. / EFE

El debate Biden/Trump

El debate fue pueril en algunos momentos: cifrar la idoneidad para ser presidente de la primera potencia mundial en la capacidad para desempeñarse con solvencia en un partido de golf no alcanza siquiera el nivel de galleo entre adolescentes para lograr que la chica se fije en ellos. Asusta ver que los candidatos son dos ancianos, uno de ellos con evidentes ausencias y lapsus y el otro con un discurso cuya pobreza contrasta escandalosamente con el tamaño de su fortuna personal. Lo que en realidad resulta preocupante es que los dos grandes partidos no tengan mejores candidatos para optar a la presidencia de su país. Estoy seguro de que si Biden fuera un miembro de, pongamos por caso, un bufete de abogados, los socios tratarían de convencerlo para que se jubilara y, mientras tanto, no le asignarían ningún caso importante. En el caso de Trump, un personaje de escasas luces tendente a la sobreactuación, condenado además por causa penal, cuesta imaginar qué empresa lo elegiría como Ejecutivo y le confiaría graves decisiones. No cabe la menor duda de que Estados Unidos es en muchos aspectos un gran país, pero la decadencia puede empezar por la primera autoridad de la nación. Si lo mejor que tienen es Biden y Trump, deberían hacérselo mirar.

La renovación del CGPJ

Por fin PSOE y PP se han puesto de acuerdo y han desencallado la renovación del órgano de gobierno de los jueces. Cinco años para llegar a una solución salomónica de yo nombro a la mitad de los vocales y tú a la otra mitad. Ya les vale. No obstante, no deja de ser un misterio cómo, después de cinco años y con mediadores europeos incluidos, han llegado a ese acuerdo a la vista de que al minuto siguiente ya se han enzarzado en la discusión sobre lo acordado para establecer el nuevo procedimiento con el que que se elegirá en adelante a los vocales del Consejo. ¡Pero, señores, si han firmado ustedes un papel! Debería bastar con que acudieran a ese papel y leyeran con atención lo que figura en el escrito rubricado. A menos, claro está, que se haya redactado con la suficiente ambigüedad como para que quede garantizada la disputa acerca de su interpretación. Vocación de entendimiento.

Por su xenofobia los conoceréis

Vox amenaza al PP con romper los pactos que benefician a ambas formaciones políticas si este último apoya la distribución de los menores no acompañados que llegan a Canarias entre el resto de Comunidades Autónomas. Junts también se ha apresurado a poner como condición para pactar la nueva ley de extranjería que se está elaborando que Cataluña sea excluida del reparto de menores inmigrantes. Teniendo en cuenta que solo en 2023 Canarias recibió un total de 8.123 menores llegados en pateras, un deber de solidaridad inexcusable entre comunidades implica no hacer cargar con todo el peso de la acogida a Canarias. La solidaridad de Junts ya sabemos hasta dónde alcanza: hasta donde determine la conocida Ley del Embudo. Y con respecto a Vox también sabemos la temperatura de su xenofobia, próxima al punto de ignición: desmantelamiento de los centros de menores y expulsión de todos lo que lleguen. Por las bravas.

Cataluña

Las últimas elecciones catalanas han dado como principal resultado la imposibilidad de que los independentistas formen gobierno. Sin embargo, conservan la capacidad de bloquear cualquier otro ejecutivo posible. Hay por delante dos meses para negociar la salida de esa difícil situación de bloqueo. Veremos si la voluntad de los independentistas es la gobernación de Cataluña o si prefieren jugar a la ruleta rusa de la repetición electoral hasta que consigan una mayoría de gobierno. En un plato de la balanza que el país eche a andar; en el otro, alzarse con el poder. ¿De qué lado se inclinará el fiel independentista?

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