Opinión | Todo por escrito

Las aventuras del joven vives (III)

Aquello fue como una bala directa al corazón. El joven redactor se quedó mudo, no la vio venir (¿qué problema tenían en el Gobierno con sus pantalones cortos de explorador?). Fue entonces cuando la jefa de Protocolo se puso a charlar con el consejero -que la agarró del brazo como el que no quiere la cosa- y no volvió a dirigirle la mirada a Vives.

«Bah, hay más días que longanizas -se consoló el periodista-. Para la siguiente rueda de prensa, la tengo comiendo en la palma de mi mano».

Al salir a la calle, una bofetada de fosca lo noqueó. Dichosa ola de calor. Comprobó su grabadora vintage de cassette. «¡Mierda, se ha quedado sin pilas!». Vives comprobó entonces su libreta de Iberdrola. Tenía que haber algo anotado sobre la convalidación de la prórroga del Decreto Ley 5/2022, de 4 de mayo, de medidas urgentes. Pero solo encontró garabatos de amor: un corazón con el nombre de ella, flechas de Cupido, unos grandes senos femeninos… Augusta se iba a poner como una furia.

Decidió refugiarse del bochorno en el bar de enfrente. «Seguro que las agencias sacan teletipo. Ya verás como esta vez no te despiden», se dijo sin mucha convicción.

-¡Eh, chaval! ¿Has desayunado ya? -le sobresaltó el señor calvo que se había sentado en el taburete de al lado.

-No, iba a ello- le respondió Vives.

-¡Camarero! Dos cañas bien frías. Y dales fuerza, que este crío está apollardao. 

Vives se tomó con gusto la primera y, antes de darle un trago a la segunda, el calvo ya le estaba follando la oreja:

-A ver, chaval, tú me has dicho que eres periodista, ¿no? Pues yo sé un montón de cosas, lo que pasa es que no creo que te dejen publicarlas... Yo voy mucho por la sede del Gobierno y oigo conversaciones, ¿sabes?

-¿Es usted político también?

-No, qué va. Estoy en el paro, así que le llevo los tuppers con el almuerzo a mi señora, que es la secretaria del director general de Administración Pública. Hoy toca potaje de acelgas. Míralo, aquí lo llevo. El caso es que voy de incógnito, pero me entero de todo. 

-A mí lo único que me interesa es el Decreto Ley 5/2022. Vengo de la rueda de prensa, pero por problemas técnicos no he podido indagar como me hubiera gustado. 

-¿El Decreto Ley 5/2022? ¿Lo de las medidas urgentes? ¡Vamos, chaval! Eso es un coladero. No me seas pringao.

-¿Un coladero, dice usted? Si es que no me he enterado de nada. Me van a despedir… La culpa la tiene la jefa de Protocolo.

-¿La rubia de infarto? Os lleva a todos locos. Pero céntrate, chaval. Lo que te quiero decir es que gracias a ese decreto muchos amiguitos del presidente han recibido lo suyo, tú ya me entiendes.

Continuará.