Opinión | Murcia D. F.

PSOE de Murcia: asaltar el cielo o bajar a los infiernos

Lucas deberá colaborar con Ginés Ruiz, portavoz socialista del Ayuntamiento de Murcia, y no caer en la imposición

Acto del PSOE en una foto de archivo.

Acto del PSOE en una foto de archivo. / L.O.

El PSOE en el municipio de Murcia se encuentra en una encrucijada pese a que el secretario general Gran Ciudad, Francisco Lucas, haya sacado adelante la lista de su equipo por unanimidad. Y está en esa disyuntiva por la propia inercia de los socialistas a la hora de afrontar la bicefalia que supone tener un líder local de las agrupaciones y un portavoz en el Ayuntamiento de Murcia con trayectoria y cabeza bien amueblada.

La coexistencia entre ambos puede llegar a ser un problema si el ‘aparato’ del PSOE quiere imponer sus criterios como antaño hizo. De ello puede dar buena cuenta el exalcalde José Antonio Serrano, que incluso se pegó un tiro en el pie defenestrando al colaborador y a las dos colaboradoras que le habían acompañado desde la oposición a la Alcaldía de Murcia.

Serrano estuvo en muchas ocasiones sometido a un férreo control por parte de Princesa, desde donde se le daban consignas y órdenes como la de prescindir de personas muy válidas para ser sustituidas por otras que acabaron siendo un fiasco. A la postre, incluso desde el aparato se culpó al que fuera regidor y su equipo del batacazo electoral de las municipales y autonómicas (en las elecciones posteriores no se sabe de quién ha sido la culpa puesto que el análisis poselectoral de uno de los comicios se ha quedado en la dimisión de una desconocida aduciendo problemas personales).

De la mano que mece la cuna también puede dar fe el que fuera concejal socialista, mano derecha de Serrano y portavoz del grupo municipal que acabó dimitiendo por cuestiones personales, un argumento que no esgrimió Serrano en su marcha y que dejó el camino expedito a Francisco Lucas para la secretaría general de Murcia Gran Ciudad, que hasta ese momento había ostentado el que fuera alcalde tras la moción de censura al PP.

Enrique Lorca, con su salida de la Glorieta, facilitó el nombramiento como portavoz del grupo municipal a Ginés Ruiz Maciá ‘Gino’, el fichaje estrella de los socialistas murcianos para el cartel electoral de 2023 con el marchamo de ser independiente, una circunstancia que abandonó al hacerse militante del PSOE hace unos meses. Los aparatos de los partidos suelen ser corsés para los que asumen la representación en los consistorios, que deben someterse a una disciplina para seguir adelante. La disciplina nada tiene que ver con la pleitesía y la imposición, detalles que debe entender el PSOE para no bajar a los infiernos en su encrucijada en la que se encuentra.

Descender a la zona de fuego haría un daño tremendo al grupo municipal, que estaría atado de pies y manos e impediría a ‘Gino’ desarrollar una oposición brillante y sin excesivas ligaduras. El expodemita ya probó en el anterior mandato lo que es sufrir las imposiciones y desplantes del aparato de un partido, lo que le llevó a abandonar Podemos que, debido a esas luchas internas, perdió en las elecciones pasadas los dos concejales que tenía.

El PSOE, el nuevo secretario general de Murcia y su equipo, del que forma parte Gino por ser miembro nato (está por ver si será jarrón chino en esa Ejecutiva), deberán transitar, en esa encrucijada, hacia la colaboración con el grupo municipal y su portavoz sin tutelajes ni injerencias que conviertan la nueva etapa que se abre en una crisis interna de consecuencias devastadoras para ese partido y para los militantes que no están pasando en la Región por su mejor momento. Solo así los socialistas podrán asaltar los cielos y trabajar por una alternativa que convenza a los electores y haga avanzar al municipio de Murcia. Por nadie pase.

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