Opinión | Murcia D. F.

Las inversiones en Murcia van y vienen

El Ayuntamiento de Murcia ha comenzado a hacer teletransporte en partidas económicas de su presupuesto para poder realizar determinadas obras a favor de unas pedanías y en detrimento de otras

Así será el nuevo puente de El Raal.

Así será el nuevo puente de El Raal.

Hace años, se llevaba por estos lares el teletransporte urbanístico que dio una oportunidad a proyectos que de otra manera no podrían haberse realizado. La iniciativa privada dio buena cuenta de ello con el beneplácito del Ayuntamiento, que permitió estas operaciones y que incluso fueron utilizadas por otras Administraciones para hacer obras en instalaciones públicas que no cumplían con los volúmenes de edificabilidad y que aplicando este ardid pudieron ejecutarse.

Hay distintos ejemplos en el municipio de Murcia en la esfera privada y en la pública que causaron antaño polémicas y críticas al Gobierno local. Finalmente, todo se aplacó con las sentencias favorables del Tribunal Supremo, que avalaron las actuaciones del Ayuntamiento en materia de suelo y en la aplicación del teletransporte para sacar adelante proyectos y obtener suelo público protegido.

De ese teletransporte se aprendió mucho y en este momento parece que la Administración local lo va a volver a realizar, pero en lo que a inversiones se refiere. En concreto, se conoce ya un caso de llevar el dinero de una partida y obra concreta a otra distinta. Se trata del puente del Raal, una iniciativa que llevaba atascada años (se cayó hace tres años por el paso de una hormigonera) y que parece que ahora ve la luz con la adjudicación de los trabajos por valor de 1,5 millones de euros, una cantidad nada despreciable si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento no es muy dado a cumplir lo que promete en el capítulo de inversiones.

Seis meses durarán esas obras, por lo que estarán terminadas a finales de 2024 si no hay ningún contratiempo. Un puente muy bonito para miles de personas que no tendrán que dar rodeos. Sin embargo, como en todo, hay damnificados. Al parecer, un puñado de colegios han debido de ceder sus inversiones en placas solares para completar los dineros para el puente del Raal. Al menos así lo creen determinados integrantes de las juntas vecinales afectadas que hablan de discriminación y mala gestión. Y que exhiben una carta de la Intervención municipal en la que les comunica el fatal desenlace para sus instalaciones.

La cesión en cuantía no es muy importante, en total unos 100.000 euros, que irán a mayor loa de una infraestructura que se ha tardado su tiempo en financiar y que, presumiblemente, correrá a cargo de la capital de la Región, pese a que es una infraestructura supramunicipal. Algún que otro miembro de junta municipal ya ha dado la voz de alarma de que se quedarán los coles sin placas solares, un detalle importante para ellos, puesto que no tener esas pantallas no les permitirá dotar al colegio de mayor electricidad para la colocación, por ejemplo, de la tan necesaria climatización.

El teletransporte de inversiones ya ha llegado este ejercicio. Se desconoce si será para quedarse o será una excepción en el funcionamiento inversor de un Ayuntamiento que incumple más que cumple en ese capítulo, cuyo grado de ejecución suele rondar, siendo generosos, el 50% de las previsiones. Este ejercicio la mayor parte de las inversiones se fían a la venta de suelo, una estrategia de apaño contable que le ha funcionado muy bien a las arcas municipales, que todos los años creen que sumarán más de seis millones en ese apartado. Incluso lo recogen en las memorias de saneamiento económico que al final son tan tramposas como el teletransporte. 

Ya se verá lo que es capaz de invertir el Ayuntamiento este ejercicio y si podrá rescatar esos 100.000 euros para las placas solares en los coles. Mientras tanto, abanicos y cada vez más grandes, como los de Locomía. Por nadie pase.

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