Opinión | La balanza inmóvil

Se acabó

Las resoluciones judiciales solo se cumplen cuando interesa

Hemiciclo del Parlamento de Cataluña.

Hemiciclo del Parlamento de Cataluña. / JJ GUILLÉN / EFE

Se acabó el Estado de derecho y la democracia si se permite que el Parlament catalán se pase por el forro de la barretina una sentencia de un tribunal, concretamente del Constitucional. Veamos el iter de los acontecimientos. El partido socialista catalán impugnó en su momento la votación telemática de Lluís Puig, y el Tribunal Constitucional le dio amparo y anuló las votaciones de ese diputado diciendo que, si bien el voto presencial tiene excepciones, estas no abarcan aquellos casos en los que voluntariamente se ha decidido eludir la acción jurisdiccional penal española, y aún más si existe una orden de busca y captura. Pero esa sentencia solo tiene efectos desde el momento de su notificación y publicación, no retroactivamente. Por lo tanto, las votaciones en las que hubiera intervenido Puig con el voto a distancia son válidas. 

Esa resolución del Constitucional, de la que fue ponente la progresista María Luisa Segoviano, se adoptó por unanimidad. Y dicho eso, llegamos a la situación actual, que es la siguiente: ante la Mesa de edad formada por el diputado de mayor edad (66 años) de Junts, Agustí Colomines, y por las dos más jóvenes diputadas, Mar Besses de ERC (25 años) y Julia Calvet de Vox (23 años), se plantea la votación telemática de tres huidos: Carles Puigdemont y Lluis Puig de Junts, que delegaron sus votos en Albert Batet, y el diputado de ERC, Rubén Wagensberg, que delegó su voto en Marta Vilalta (este está de baja médica, por lo que quizás es factible su delegación de voto). Y dos de esa mesa, Agustí y Mar, los dejan votar, y Julia se opone.

Hasta aquí la historia de un Parlament catalán desobediente, pues como dice Jordi Turull (Junts): «Los partidos españoles siempre tienen el comodín de los tribunales». O sea, a sensu contrario, cabría pensar que no cree en los tribunales y, por tanto, tampoco en la separación de poderes y, consecuentemente, en el Estado de derecho. Ante esa situación, el PSC ha dicho que no va a recurrir esos votos, a pesar de que antes sí lo hizo. Supongo que será porque está en juego el nombramiento de Salvador Illa como president de la Generalitat catalana, la aprobación de los presupuestos generales y demás leyes en el Congreso de Diputados nacional, e incluso la continuidad de la legislatura. Cámbiame el cromo de Martínez por el de Gómez, que a mí me da la risa. Y eso es lo que tenemos, las resoluciones judiciales solo se cumplen cuando interesa.

El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha anunciado que presentará un recurso de amparo, y Joan Garriga, de Vox, se querellará por prevaricación y desobediencia contra Colomines y Besses. Por su parte, ya sabemos que el Gobierno ha desistido del acudir al Tribunal Constitucional la decisión de la Mesa de edad del Parlament de Catalunya, dicen que «porque ellos no estuvieron en esa mesa que la formaban tres partidos: ERC, Junts y Vox». O sea, que la ley carece de un carácter de generalidad, pues solo va dirigida a un particular. Dicho de otro modo, si tú no estabas presente cuando se cometió un delito, no tienes que denunciarlo, aunque lo conozcas por otras vías. Muy interesante. Ello solamente lo entiende ERC, que echa un capote diciendo que el PSC es consciente de que, en el actual contexto, la decisión del Tribunal Constitucional invalidando el voto telemático de los fugados lo único que hace es revictimizarnos y ejercer de pegamento entre el bloque independentista. Estos, como siempre, al igual que hicieron con la ley de amnistía y la actual exigencia de un referéndum de independencia de España -donde solo votarían los catalanes, pero nos afectaría al resto de los españoles-, ya lo avisaron y prometieron desobedecer al TC, y lo han hecho al admitir los votos de los huidos, buscando mantener el control del Parlament, a pesar de su derrota en las urnas.

Y así están las cosas, que no se quedarán ahí, pues como todo buen golpe, se hincha poco a poco. El Constitucional volverá a fallar, dentro de Dios sabe cuando, sobre la nulidad de esa decisión de la Mesa de edad, pero, entretanto, todo lo que vayan haciendo será válido. Eso por un lado, y por otro está la cuestión penal de los delitos de prevaricación y desobediencia de dos de los miembros de esa Mesa de edad, que se verá cuando Dios, la Virgen y los Arcángeles quieran, que además dan igual las prisas, pues si les condenan, después los indultarán y se dará un paso más para evitar la crispación, cargándose la división de poderes, la igualdad de los ciudadanos ante la ley y la democracia, en definitiva. Al tempo.

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