Agua

Los regantes advierten del inminente "fin del agua para el regadío del Levante"

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, augura que en el peor de los escenarios "la situación no se podría salvar con agua desalada"

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, ha presidido el encuentro celebrado en la Cámara de Comercio de Murcia.

El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, ha presidido el encuentro celebrado en la Cámara de Comercio de Murcia. / L.O.

Beatriz Díaz

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, ha señalado este viernes que las nuevas normas de explotación del Trasvase pueden conocerse de forma inminente y suponer “el fin del agua para el regadío al Levante” en tres años, con la desaparición de la mitad del regadío del Levante.

“Las nuevas normas de explotación podrían salir antes del verano, lo que quiere decir que, de ser reales las filtraciones que a mí me llegan, podríamos estar hablando del fin del agua para el regadío al levante en el año 2027”, ha denunciado el presidente con rotundidad durante un acto previo a la Asamblea General Ordinaria del Scrats.

Jiménez ha puntualizado que si en esas fechas no están terminadas las obras de la desalación, algunas voces en la administración hablan de “la desaparición de la mitad del regadío del Levante” y que “en el peor de los escenarios la situación no se podría salvar con agua desalada”, según el propio plan de cuenca del Segura.

“Las comunidades de regantes se pueden ver sin agua desalada y sin agua del Trasvase y esto, aunque parezca mentira, está en la mente de los legisladores a día de hoy. Esto se está pensando y se está tramando y vuelva a decir que puede que antes del verano podamos saberlo”, ha añadido.

Además, ha expresado que las modificaciones de las reglas de explotación se pueden precipitar porque la Comunidad Valenciana, de cara a sus elecciones hace un año y sin ningún informe técnico, envió una demanda sin contar con el resto de organizaciones que ha hecho posicionarse al Tribunal Supremo y que “tira para atrás las pretensiones de la Generalitat”.

Por otro lado, ha afirmado que las nuevas normas son “el secreto mejor guardado” y que Castilla-La Mancha sabe algo que los demás desconocen, después de que la consejera de Medio Ambiente de esa comunidad, María Mercedes Gómez, dijera esta semana que el Gobierno de España “valora muy positivamente” las solicitudes castellanomanchegas de rebajar el volumen de agua a trasvasar para el regadío. Peticiones a las que, si se accede, pueden suponer una modificación encubierta en puntos esenciales de la legislación que ampara el trasvase.

“¿Eso es una pretensión de Castilla-La Mancha?, ¿es una invención de Castilla-La Mancha? Lo dudo, creo que ellos saben algo que nosotros no conocemos y que, por desgracia, vamos a saber pronto”, ha puntualizado.

Aluvión de demandas

Ante esta amenaza inminente, Jiménez ha revelado que las comunidades afectadas están preparando demandas y recursos legales para impugnar las modificaciones propuestas en las reglas de explotación.

También ha subrayado la necesidad urgente de que el Ministerio y las comunidades autónomas actúen para detener lo que considera una "locura política". Jiménez ha concluido su intervención con una petición urgente a todas las partes interesadas para que frenen la aprobación de las nuevas reglas de explotación: "Insto al ministerio, a las comunidades autónomas y a quienes tienen un papel decisivo en el futuro del Levante a detener estas modificaciones”.