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La maniobra de Heimlich: una técnica que puede salvar vidas

Es importante saber cómo actuar para que un atragantamiento no nos arruine el verano

Un atragantamiento puede arruinar tu tarde en el chiringuito.

Un atragantamiento puede arruinar tu tarde en el chiringuito. / L.O.

L.O.

El verano es una época de diversión, una época en la que nos reunimos con amigos que no veíamos desde hacía años, una época en la que, sí, comemos, y comemos bien, ya sea en casa, en un restaurante o en el chiringuito, para disfrutar de la comida y de la playa.

Es entonces, durante estas comidas llenas de diversión y felicidad, cuando se pueden producir los temidos atragantamientos. Así que debemos estar preparados.

Lo primero que habremos de hacer ante un atragantamiento será, como en cualquier emergencia, llamar al 112. Tras llamar a los servicios de emergencias, deberemos actuar. En primer lugar, si la persona puede hablar, respirar o toser, es aconsejable que intentemos que siga tosiendo para expulsar el objeto del atragantamiento. Si vemos que no puede respirar, toser ni hablar, deberemos realizar una primera técnica que consiste en dar golpes fuertes con la palma de la mano en la espalda a la persona que sufre el atragantamiento, ya que en ocasiones esto puede ser suficiente.

Si esta primera técnica no surte efecto, deberemos pasar a realizar la conocida maniobra de Heimlich. En primer lugar, deberemos situarnos tras la persona, abrazarla alrededor del torso hasta formar un puño con una de nuestras manos, que deberemos agarrar con la otra; a continuación, pondremos las manos justo encima del ombligo de la persona atragantada, bajo sus costillas, y presionaremos el abdomen de la persona con una compresión rápida hacia adentro y hacia arriba hasta que expulse el objeto del atragantamiento. Si no lo expilsa, deberemos alternar los golpes en la espalda con la maniobra de Heimlich hasta que lleguen los servicios de emergencias.