Sextorsión

Un individuo de Mula guarda durante una década un vídeo sexual de su ex para chantajearla: está investigado

La Guardia Civil también ha detenido a una mujer que amenazó a la víctima con difundir la grabación por el pueblo

Una manifestación en Murcia contra la violencia machista.

Una manifestación en Murcia contra la violencia machista. / Juan Carlos Caval

Ana Lucas

Ana Lucas

Un sujeto, cuya identidad y edad no han trascendido, guardó durante una década un vídeo sexual que le envió su entonces pareja y ahora, diez años después, lo usaba para chantajear a la mujer. La Guardia Civil está investigando a este individuo y ha detenido a una mujer, allegada suya, que habría sido la 'mediadora', la autora real de las amenazas a la afectada.

Los dos sospechosos son los presuntos autores de un delito contra la intimidad, por descubrimiento y revelación de secretos, y delito de amenazas. Los dos está en libertad con cargos, aunque previsiblemente se sentarán en el banquillo, dados los numerosos indicios que hay en su contra.

Denuncia en el cuartel

Según una nota de la Benemérita, la víctima, vecina de Mula también, denunció en junio lo que le estaba pasando. Tal y como detalla el cuerpo, "la víctima manifestó que una mujer había contactado con ella y la estaba coaccionando de tal forma que la estaba amenazando con difundir un vídeo de contenido sexual de la víctima entre familiares, amigos y vecinos en el caso de incumplir unos requerimientos concretos". No han trascendido qué le pedían, aunque en estos casos siempre suele ser dinero.

Empezaron entonces las pesquisas. Los agentes descubrieron quie el vídeo en cuestión tenía años: alrededor de diez. La mujer que aparece en él (la víctima de este entramado) lo había grabado para enviárselo a un sujeto que entonces era su pareja sentimental. Un sujeto que mandó el vídeo a más gente, en un caso similar al que estalló hace diez años en Los Yébenes, cuando una concejala, Olvido Hormigos, dimitió tras difundirse un vídeo sexual suyo que ella remitió a un individuo, un futbolista, que tampoco se lo guardó para sí.

Angustia y terror

Volviendo al caso de Mula, la Benemérita detalla que "casi una década después, la sospechosa" estaba utilizando, presuntamente, estas imágenes como herramienta de coacción contra la víctima, a la que exigía una serie de requerimientos bajo la amenaza de difundir el material comprometedor entre sus familiares y los habitantes del pueblo". "Una situación que generó un estado de angustia y temor en la víctima", al imaginarse qué consecuencias podría tener la hipotética difusión de algo así.

Los investigadores, orden judicial en mano, pincharon los teléfonos de afectada y sospechosa. "Las pesquisas practicadas por los guardias civiles, que incluyeron el análisis de las comunicaciones entre la víctima y la chantajista, permitieron recabar los indicios suficientes para determinar la implicación de los presuntos autores", detalla el comunicado.

Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Guardia Civil ha identificado, localizado y detenido a la mujer que se encontraba, presuntamente, tras las coacciones, e investigado también al hombre, por delito contra la intimidad, por descubrimiento y revelación de secretos y delito de amenazas.

Cambió la ley

Hace más de diez años, el caso de Olvido Hormigos quedó impune, dado que la Justicia no apreció que se hubiese producido un delito contra la intimidad. El juzgado archivó las actuaciones contra los dos imputados, uno de ellos el futbolista que recibió el vídeo y optó por compartirlo.

Había una laguna legal en la regulación anterior del derecho a la intimidad. Antes la norma establecía que, si se difundía un contenido y había una captura ilícita de esa imagen, se consideraba que existía un delito, pero no era así en el caso de que el vídeo se hubiera entregado voluntariamente al destinatario.

El caso de Olvido Hormigos hizo que se cambiase el Código Penal: aunque ese vídeo se mande voluntariamente, se manda solo a ese destinatario, no a terceros. Si el destinatario decide difundirlo sin permiso, está delinquiendo y podría ser condenado por ello.