Tribunales

Arranca este lunes el juicio por el crimen de la casa cueva de Archena: "Me quería matar"

José Antonio R.C. llega a la Audiencia con "buena voluntad" de alcanzar un acuerdo de conformidad: la Fiscalía pide para él catorce años entre rejas

Chabola en la que se produjeron los hechos, fotografiada momentos después del crimen; en el círculo, lugar de hallazgo del arma blanca.  | LA OPINIÓN

Chabola en la que se produjeron los hechos, fotografiada momentos después del crimen; en el círculo, lugar de hallazgo del arma blanca. | LA OPINIÓN

Ana Lucas

Ana Lucas

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Murcia acogerá este lunes el inicio del juicio contra José Antonio R.C., el hombre de 38 años de edad que mató de una cuchillada a su amigo Luis en abril de 2022, tras compartir un cartón de vino en Archena, en el conocido como crimen de la casa cueva.

Valentín Fernández, abogado del acusado, apuntó a este diario que «si hay una conformidad, entre lunes y martes concluirá el procedimiento; si no llegamos a un entendimiento, se dilatará en el tiempo». El letrado insistió en que «hay buena voluntad» de llegar a un acuerdo, aunque hasta el mismo lunes no se podrá saber.

Sea como fuere, este lunes se tiene que constituir el jurado popular que decidirá el destino del encausado. El procesado será conducido desde prisión a los juzgados a partir de las diez y media de la mañana. Antes, su abogado y la fiscal se reunirán para tratar de llegar a un acuerdo. En el caso no hay acusación particular: los familiares del difunto están fuera de España (él era natural de Paraguay) y sus intereses son defendidos por el Ministerio Público.

Lo que sí está claro es que se tendrá en cuenta en el procedimiento la atenuante de confesión, adelantó Fernández. La de drogadicción, que la defensa del vecino también sostiene que ha de considerarse, está en el aire.

Según la calificación del Ministerio Público, aquel día José Antonio y Luis empezaron a discutir y el primero cogió un cuchillo jamonero de grandes dimensiones (de 24 centímetros de hoja) y se lo clavó en el abdomen a su amigo.

La puñalada le seccionó a Luis la aorta y la vena cava abdominal secundaria, detallaría luego el informe del forense.

«En la entrada de la chabola, a pie de puerta, se observa a una persona tumbada en el suelo, sin aparente lesión a la vista, aunque se le observa un corte en el polo, a la altura del costado izquierdo en su parte delantera: una vez observando debajo de la misma, se puede ver un corte en el costado del cadáver, taponada por una protuberancia de un órgano interno», precisaba en su atestado la Guardia Civil, tras la inspección ocular de la chabola en la que se cometió el homicidio.

Un veredicto de culpabilidad

«A los pocos minutos, el acusado abandonó la casa de Luis y se dirigió, portando el cuchillo en su mano, a la casa de un vecino del mismo poblado, Claudiu, a quien le manifestó que había pinchado a Luis y lo había matado. Claudiu, acto seguido, se personó en casa de otra vecina, María, reclamándole que avisase a la Policía al no disponer de teléfono», prosigue la calificación fiscal.

Los agentes que llegaron al lugar encontraron a José Antonio sentado en la acera. Al ver a los municipales, les manifestó, sobre Luis: «Me quería matar: para que me mate a mí, lo he matado yo».

El cuchillo que fue el arma del crimen fue recuperado esa misma noche frente a la casa de la víctima. Estaba envuelto en una especie de toalla, en el interior de la chabola.

Además de cumplir catorce años en prisión, la fiscal estima que el hombre ha de indemnizar con 103.000 euros a la madre del hombre al que mató y con 50.000 euros a cada una de sus dos hijas.

Quedan «flecos» en el pacto, admite el letrado del homicida confeso, pero la idea es pulirlos y que el jurado pueda emitir un veredicto (previsiblemente, de culpabilidad, pues José Antonio se ha declarado ya culpable y asume que le quedan por delante años de cárcel) antes incluso de que concluya la semana.