Tribunales

El TS ratifica los 19 años de cárcel al sargento que violó y obligó a abortar a una subordinada en el cuartel de Molina de Segura

Las agresiones ocurrieron tanto en el cuartel como en casa de la víctima desde septiembre de 2010 hasta marzo de 2015

Una mujer, agente de la Guardia Civil, con el tricornio y el uniforme junto a compañeros.

Una mujer, agente de la Guardia Civil, con el tricornio y el uniforme junto a compañeros. / Ministerio del Interior

EFE

El Tribunal Supremo (TS) ha ratificado los 19 años de cárcel impuestos a un sargento de la Guardia Civil por violar de manera continuada a una subordinada durante cuatro años en un cuartel de Molina de Segura.

En la sentencia, la Sala de lo Militar desestima el recurso del sargento y confirma que cometió un delito consumado y continuado de violación en concurso ideal con un delito de lesiones psíquicas graves, así como dos delitos continuados de abuso de autoridad en su modalidad de trato degradante a inferior y en la de maltrato de obra a inferior, a los que le condenó el Tribunal Militar Territorial Primero.

Las violaciones ocurrieron tanto en el cuartel como en casa de la víctima y desde septiembre de 2010 hasta marzo de 2015, cuando la guardia civil fue dada de baja médica.

Como consecuencia de las violaciones, la víctima se quedó embarazada y el condenado le reiteró que quería que abortase: "Eso lo sacas de ahí". Además, cuando la agente se negaba o no se mostraba sumisa, él le cambiaba los horarios de los servicios y le asignaba funciones ajenas a sus tareas.

Según la sentencia, en todo ese tiempo el sargento enviaba a la agente correos de índole sexual, "humillándola, cosificándola y profiriéndole insultos".

Para el Supremo, con ponencia del magistrado Fernando Marín Castán, los hechos "reflejan pluralidad de agresiones sexuales, vejaciones constitutivas de trato degradante y maltratos de obra del superior jerárquico sobre la misma víctima subordinada, que se ejecutan en el marco de unas relaciones sexuales con prevalimiento no consentidas y de abuso de autoridad, prolongadas en el tiempo, que obedecen a un dolo único o unidad de propósito y al aprovechamiento de similares ocasiones por parte del sujeto activo".

Subraya que las conductas se produjeron "no de forma aislada, sino sostenida en el tiempo", sobre la misma persona y aprovechando él "la ocasión que le brindaba la relación de superioridad jerárquica sobre ella, llegando a obtener el sometimiento de la víctima a sus requerimientos sexuales mediante repetidos actos de trato degradante, insultos, amenazas e incluso maltratos físicos de obra".