Hernias inguinales: qué son, síntomas y cómo tratarlas con operación

Especialistas del servicio de cirugía general y del aparato digestivo del hospital Quirónsalud Murcia nos cuenta los síntomas y diagnósticos de este problema de salud que puede afectar a hombres y mujeres

Especialistas del servicio de cirugía general y del aparato digestivo del hospital Quirónsalud Murcia nos cuenta los síntomas y diagnósticos de este problema de salud que puede afectar a hombres y mujeres

Especialistas del servicio de cirugía general y del aparato digestivo del hospital Quirónsalud Murcia nos cuenta los síntomas y diagnósticos de este problema de salud que puede afectar a hombres y mujeres / QUIRONSALUD

La Opinión

La Opinión

Una hernia inguinal es una condición médica en la que una parte del contenido abdominal, como el intestino, protruye a través de un punto débil en la pared abdominal en la región inguinal (la parte inferior del abdomen cerca de la ingle).

Es decir, la salida o el abombamiento de tejidos internos a través de un orificio natural en la capa muscular de la pared, como, por ejemplo, el ombligo (hernia umbilical) o la ingle (hernia inguinal).

Centrándonos en las hernias inguinales, que, a pesar de ser más frecuentes en los hombres, pueden aparecer también en las mujeres (siendo en ellas, habitualmente, más pequeñas, pero más dolorosas), son las más comunes y se calcula que 1 de cada 5 personas presentará alguna hernia a lo largo de su vida.

Una hernia inguinal es una condición médica en la que una parte del contenido abdominal, como el intestino, protruye a través de un punto débil en la pared abdominal

Una hernia inguinal es una condición médica en la que una parte del contenido abdominal, como el intestino, protruye a través de un punto débil en la pared abdominal / L.O.

Síntomas: ¿Cómo se detecta una hernia inguinal?

Aunque puede aparecer de forma brusca y dolorosa. En la mayoría de las ocasiones, los pacientes no refieren dolor en las fases iniciales y posteriormente se inician molestias en región inguinal o en el pubis. Especialmente al caminar largos trayectos o al hacer ejercicio físico o esfuerzos abdominales (incluido toser, estornudar o ir al baño).

Incluso muchas veces los síntomas aparecen simplemente al estar de pie mucho tiempo. De hecho, es muy típico que los pacientes refieran estar muy bien por las mañanas y empeorar a lo largo del día.

En resumen, los síntomas más frecuentes son:

  • Bulto en la ingle: Un bulto visible o palpable en la zona de la ingle, que puede aumentar de tamaño al estar de pie, toser o realizar esfuerzo físico.
  • Dolor o molestia: Dolor o incomodidad en la región inguinal, especialmente al agacharse, toser, levantar objetos pesados o realizar actividades físicas.
  • Sensación de pesadez o debilidad: Una sensación de pesadez, presión o debilidad en la ingle.
  • Dolor irradiado: Dolor que puede irradiarse hacia la cadera, la pierna o la zona lumbar.
  • Aumento de tamaño del bulto: El bulto puede aumentar de tamaño con el tiempo o con la actividad física y reducirse al acostarse.
  • Sensibilidad o dolor al tacto: El área puede ser sensible o dolorosa al tocarla.

¿Cómo se diagnostica una hernia inguinal y de qué tipos?

En la mayoría de las ocasiones es suficiente la exploración física y la historia clínica (lo que nos cuenta el paciente) para diagnosticar una hernia inguinal.

En otras ocasiones podemos pedir una ecografía y, de forma ocasional podemos completar el estudio con un scanner (TAC).

Entre los tipos que se pueden diagnosticar nos encontramos los siguientes:

  • Hernia inguinal indirecta o lateral: es la más frecuente, suele ser congénita al presentarse ya desde el nacimiento por un defecto en la pared abdominal, aunque puede no presentar ningún síntoma hasta la edad adulta. Es más frecuente en hombres y el abultamiento puede alcanzar gran tamaño, llegando en muchas ocasiones hasta el escroto.
  • Hernia inguinal directa o medial: Suele abombar al lado del hueso pubis. Más que un orificio es una debilidad de la pared muscular, por lo que es más común en adultos mayores.
  • Hernia crural o femoral: Suele ser de pequeño tamaño y localizada en la raíz del muslo. Es más frecuente en mujeres y suele ser bastante dolorosa porque el orificio es pequeño y pellizca de forma importante el contenido herniario.
La cirugía consiste en reducir el contenido al interior de la cavidad (es decir, recolocar las vísceras dentro del abdomen) y después reparar la zona de debilidad de la pared abdominal

La cirugía consiste en reducir el contenido al interior de la cavidad (es decir, recolocar las vísceras dentro del abdomen) y después reparar la zona de debilidad de la pared abdominal / QUIRONSALUD

¿Por qué aparecen las hernias inguinales?

De forma esquemática, podríamos representar la cavidad abdominal como una piscina o un embalse, cuyas paredes serían los músculos y en cuyo interior se encuentran las vísceras (intestino delgado y grueso, vejiga de la orina, grasa…). Estas vísceras ejercen una presión contra las paredes musculares que las contienen (de la misma manera que el agua de un embalse o piscina presiona los muros).

Si se produce un orificio en esos muros, el agua empezaría a salir de la piscina. Del mismo modo, si se produce un orificio en la pared muscular del abdomen (o si se hace más grande el orificio natural que todo el mundo tiene) las vísceras internas abombarán hacia la piel y al quedar atrapadas y “pellizcadas” por la capa muscular, produciendo dolor.

Si ese atrapamiento es muy intenso, la hernia puede estrangularse y producir un sufrimiento del intestino atrapado. Esto producirá dolor muy intenso y obligaría a aplicar tratamiento urgente para evitar un empeoramiento que podría llegar a perforar el intestino y producir una peritonitis.

Los factores de riesgo (es decir, las causas) más frecuentes para desarrollar hernias son:

  • El aumento de la presión en el abdomen de forma brusca (por ejemplo, levantar peso exagerado)
  • Esfuerzos abdominales más leves, pero de forma continuada (como p.ej. estreñimiento crónico o tos persistente en pacientes con enfermedades pulmonares…)
  • Aumento de perímetro abdominal por obesidad o sobre peso o por embarazo.
  • Antecedentes familiares que hayan padecido hernias inguinales, suelen ser congénitas sobre todo aquellas que aparecen en la infancia.
  • Género, los hombres son mucho más propensos a desarrollar hernias
  • Edad, el riesgo aumenta a medida que aumenta la edad.

Prevención y tratamiento de la hernia inguinal

Muchas de estas hernias son congénitas. Es decir, se nace con ese pequeño orificio que irá agrandándose o, al menos, se está predispuesto genéticamente a desarrollarla por lo que no podemos evitar que se desarrolle.

Pero en el resto de ocasiones, podemos disminuir el riesgo de sufrir una hernia inguinal evitando sobreesfuerzos abdominales continuos (evitar el estreñimiento crónico), evitar el sobrepeso y manteniendo buena postura al levantar o transportar cargas pesadas.

Es decir, se recomienda una dieta saludable para evitar la obesidad y el aumento de barriga (perímetro abdominal), rica en fibra y agua para evitar el estreñimiento. Y recomendar también abandonar el tabaco, pues se ha visto relación con las hernias (bien podría ser por producir tos crónica o por alteración de la cicatrización de los tejidos y debilitamiento muscular).

Las hernias no se solucionan solas. Si la hernia produce molestias o dolor se indicará cirugía. Si no produce ningún síntoma, la cirugía podrá diferirse, pero es importante realizar un seguimiento, puesto que los síntomas pueden aparecer más tarde. Además, lo que es más importante, en ciertas ocasiones podría producirse un estrangulamiento del contenido herniado (la tripa herniada queda atrapada y con sufrimiento, pudiendo derivar en peritonitis si se retrasa su tratamiento).

La cirugía consiste en reducir el contenido al interior de la cavidad (es decir, recolocar las vísceras dentro del abdomen) y después reparar la zona de debilidad de la pared abdominal, colocando una malla protésica. Esta malla provocará una fuerte cicatrización para evitar que reaparezca la debilidad u orificio.

Se puede realizar la cirugía con la técnica clásica (abierta) y también de forma mínimamente invasiva, con pequeñas incisiones (es decir, con laparoscopia o endoscopia).

Se puede realizar la cirugía con la técnica clásica (abierta) y también de forma mínimamente invasiva, con pequeñas incisiones (es decir, con laparoscopia o endoscopia). / QUIRONSALUD

Tipos de cirugía y recuperación tras la intervención

Es una cirugía muy frecuente y protocolizada. Puede hacerse con hospitalización o en régimen de cirugía ambulatoria (es decir, sin estancia en el hospital) pero es importante explicar que existen varios técnicas diferentes para reparar una hernia.

Se puede realizar la cirugía con la técnica clásica (abierta) y también de forma mínimamente invasiva, con pequeñas incisiones (es decir, con laparoscopia o endoscopia).

A pesar de que la laparoscopia obliga a anestesia general (a diferencia de la cirugía abierta, que puede hacerse con anestesia epidural (de cintura para abajo), la recuperación será, por lo general, mucho más rápida y menos dolorosa con laparoscopia. Beneficiándose el paciente de una incorporación a su vida normal de forma más rápida

El tiempo de recuperación tras la cirugía, suele estar alrededor de las 6-8 semanas de media en cirugía abierta y de dos a cuatro semanas si el procedimiento se ha realizado a través de técnicas como puede ser la laparoscopia.

Pasos de la técnica endoscópica

  • Se realiza una pequeña incisión en el abdomen a la altura del ombligo, de unos 2cm, para insertar la cámara de laparoscopia
  • Se realizan otras 2 incisiones de 1cm aprox. Para introducir los instrumentos
  • Reparación de la hernia
  • Colocación de la malla de refuerzo
  • Revisión y cubrimiento de la malla
  • Cierre de las incisiones

Beneficios de la laparoscopia y otras técnicas endoscópicas

Aunque es una cirugía y no podemos negar la posibilidad de complicaciones (el riesgo 0 no existe), la laparoscopia suele ofrecer, en la mayoría de pacientes, unos beneficios respecto a la cirugía clásica abierta. Estos beneficios son:

  • Menor dolor postoperatorio.
  • Incorporación a vida normal y laboral más rápida
  • Menor Riesgo de Infección
  • Heridas más pequeñas
  • Menor probabilidad de reaparición de la hernia
Personal en intervención de hernia inguinal con cirugía mínimamente invasiva

Personal en intervención de hernia inguinal con cirugía mínimamente invasiva / QUIRONSALUD

Indicaciones

En principio cualquier paciente puede beneficiarse de estas técnicas (salvo casos concretos de contraindicación anestésica o múltiples cirugías abdominales previas), pero los pacientes que mayor beneficio obtienen de la laparoscopia serían:

  • Pacientes jóvenes
  • Hernias recidivadas (operadas previamente con cirugía abierta)
  • Hernias bilaterales

Solicita más información acerca del tratamiento de las hernias inguinales en el hospital Quirónsalud Murcia

Fachada del Hospital Quirónsalud Murcia

Fachada del Hospital Quirónsalud Murcia / FACU BAEZ

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