Opinión | Noticias del Antropoceno

Ucrania, en tiempo de descuento

Más de seis meses de duras negociaciones ha costado que el Congreso y el Senado norteamericano hayan aprobado un enorme paquete de asistencia militar a Ucrania, Israel y Taiwan. 

El problema ha sido que la derecha trumpista ha evolucionado hacia una cada vez más firme oposición a continuar la ayuda a Ucrania para que pueda defenderse de la invasión rusa. En las votaciones finales, una mayoría mínima de los congresistas republicanos se ha opuesto a votar por la ayuda a Ucrania, que al final se salvó por el cerrado apoyo de los demócratas. 

La oposición trumpista ha estirado el chicle de la denegación de soporte a Ucrania hasta poner en inferioridad de condiciones a los combatientes ucranianos, que han tenido que ceder posiciones en las últimas semanas ante la mayor capacidad de fuego del Ejército ruso y su avance constante en determinadas posiciones del Donbas.

Solamente las convicciones morales del líder de la mayoría republicana en el Congreso, Mike Jhonson, que ha arriesgado su puesto al someter a votación por separado los diferentes paquetes de ayuda a las naciones receptoras, y la habilidad negociadora y la experiencia del jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConell, han posibilitado la aprobación final de las ayudas. A cualquiera que haya visto la serie El ala oeste de La Casa Blanca, todo le sonará al juego detrás de las bambalinas y a las exhaustivas negociaciones entre la presidencia y los grandes partidos que se muestran en la estupenda serie. Especialmente relevante es el apoyo bipartidista que han arrancado de sus respectivos grupos los líderes de los dos grandes partidos en el Senado.  

Por fin los ucranianos contarán con un paquete sustancial de ayudas para reponer la munición que alimenta su artillería y defender sus ciudades de los misiles y drones rusos. Y no solo eso, se ha sabido que entre las nuevas armas figuran misiles de largo alcance que sin duda van a permitir castigar las bases de aprovisionamiento de Rusia en Crimea y, quién sabe, terminar de destruir de una vez por todas el puente que une la península ocupada por los rusos a su propio territorio atravesando el mar de Azov. 

A pesar de las amargas noticias de estos meses, Ucrania está muy lejos de ser derrotada, así como Rusia está a años luz de declarar la victoria.