La Región de Murcia esconde tesoros en sus costas que puede descubrir desde el más experimentado buceador hasta el recién iniciado. Las cuevas submarinas de la Costa Cálida ofrecen una aventura intrigante y a la vez reveladora de la rica biodiversidad en su fondo marino, una fauna y flora de la que se puede disfrutar durante todo el año gracias a las excelentes temperaturas del clima costero de la Región que atrae además a científicos y biólogos marinos.
Estos lugares son accesibles mediante inmersiones guiadas, que revelan además otros secretos del Mar Mayor: los barcos hundidos. La costa murciana cuenta con la mayor concentración de pecios históricos en el Mediterráneo, una gran excusa para ponerse las gafas, el tubo y las aletas y capuzarse en alguna de las cinco zonas de buceo: Mazarrón, Águilas, Cabo de Palos e Islas Hormigas, Cartagena-la Azohía y Cabo Tiñoso y La manga e Isla Grosa. Coge aire y prepárate para zambullirte en una de estas cuatro cuevas de la Región de Murcia, un mundo de silencio para encontrarte con tu respiración dentro de un acuario gigante.
Cueva del Agua, Isla Plana, Cartagena
A la cabeza de las cuevas submarinas se encuentra la Cueva del Agua, también llamada el cenote de Europa, siendo la gruta marina con mayor reclamo internacional en la Región. Es una cavidad extensa, laberíntica y muy técnica, solo recomendada para buceadores muy experimentados que sabrán disfrutar del agua con una temperatura estable de origen termal.
La morfología rocosa es el gran atractivo de esta maraña de galerías donde cambia el paisaje y el escenario, con formaciones compuestas de barro que requieren de la pericia del buceador para no levantarlo y anular la visibilidad. La visibilidad del contraste entre blancos, marrones claros, oscuros, rojos y amarillos de los minerales cavernarios.
Cueva del Lago, La Azohía
La Cueva del Lago es un lugar increíble para descubrir y dejarse llevar por la fascinación. Al oeste de Cabo Tiñoso, esta formación geológica es el hábitat de especies marinas tales como delfines mulares, cetáceos y tortugas marinas.
Esta formación es distinta al resto de las cuevas de la Azohía. Como su nombre indica, la galería conduce a un inmenso lago de agua salobre interior de unos 1.200 m² (mayor que la superficie de la Plaza de Toros de Murcia) sobre una gran bóveda, al que los buzos acceden a pie por el interior de la misma cueva con paredes blancas de calizas azules y marrones. Es apta para todos los niveles y tiene una profundidad de entre 3 y 12 metros.
Cueva Neptuno, El Portús, Cartagena
También en Cabo Tiñoso, al este, esta cabidad es una de las más visitadas. La Cueva Neptuno se conoce popularmente como “Cueva de la Virgen”, por la figura de una Virgen que se encuentra en su interior. Además, en épocas en las que el mar se serena, los buceadores pueden palpar la difernecia entre el agua salada y la dulce debido a los cambios de temperatura.
Su característica particular es la accesibilidad. Los excursionistas pueden llegar desde el exterior, caminando desde el Portús y salvando al final un escalón vertical de 5 metros de altura con una cuerda de seguridad, o bien desde el mar, buceando con botellas de oxígeno por una entrada a 15 metros de profundidad.
Cueva de la Virgen de Calabardina, Águilas
Esta es la incursión submarina más sencilla. La Cueva de la Virgen de Calabardina no tiene corrientes, perfecta para los buceadores inexpertos o como primer contacto con la espeleología subacuática. Además, es una formación con entrada y salida dentro del mar y donde se descubre una imagen de la Virgen del Carmen impresa en azulejos, que da su nombre a la mole rocosa y una corriente de ermita.
Pero la aventura no acaba aquí. Alrededor de la cueva, descansa en el fondo del mar la cola de una avioneta y dos pecios. El barco Ana María queda en su esqueleto y convertido en el hábitat favorito de grandes morenas, y el Nuevo Mi Teresa, que es reconocible solo como un revuelto de maderas, cables y piedras.
Estos rincones del litoral del la Región son un reclamo cada vez más popularizado no solo en nuestra Región, sino en otros países, y con 19 centros de buceo oficiales repartidos a lo largo de la costa murciana que imparten cursos a los ya iniciados o bautismos para los nuevos.
Disfruta con el buceo en una actividad nada convencional que nos permite admirar la rica biodiversidad y formaciones geológicas reservadas solo a algunos aventureros, y que nos enseña a preservar estos frágiles ecosistemas.
