Urbanismo

Murcia apuesta por los jardines de lluvia frente a las inundaciones

El corredor verde de Conexión Sur o el futuro Parque Metropolitano Oeste contarán con estos sistemas urbanos de drenaje sostenible

Recreación virtual de uno de los futuros Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS).

Recreación virtual de uno de los futuros Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS). / Ayto. Murcia

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

Las inundaciones por el temporal que azotó el municipio los pasados días 11 y 12 de junio, con descargas que superaron los 50 litros por metro cuadrado en una hora, han colocado bajo el foco las necesarias medidas que puede implementar el Ayuntamiento de Murcia para minimizar los efectos de las trombas. Además de exigir, una vez más, el colector norte al Gobierno de España (infraestructura subterránea para aliviar la carga de las ramblas y canalizarla hacia el río Segura), una de las estrategias por las que han apostado las concejalías de Desarrollo Urbano y la de Planificación Urbanística es por aquella que incluye soluciones basadas en la naturaleza, que además de hacer frente a las avenidas permiten el aprovechamiento de las aguas.

La urbanización de las ciudades ha conllevado un progresivo sellado del suelo, lo que se ha traducido en una reducción de las tasas naturales de infiltración, almacenamiento y evapotranspiración. Esta falta de infiltración se traduce en mayores volúmenes de escorrentía y en los caudales generados durante los eventos de precipitación, que cada vez son más violentos y recurrentes.

Ante esta situación, los llamados Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) se han ido implementando en todo el mundo, incorporándose Murcia en el marco del Plan de Economía Circular como un pilar fundamental para lograr los objetivos de sostenibilidad y preservación del medio ambiente, así como del cuidado y gestión sostenible del agua.

En localidades como Murcia, estos SUDS se presentan como un importante aliado frente a eventos de precipitación que pueden provocar inundaciones y, también, reducen el conocido efecto ‘isla de calor’ mediante la creación de espacios más vegetados y permeables.

En colaboración con Aguas de Murcia, se viene desarrollando un proceso orientado hacia la sostenibilidad ambiental, que se inició en el año 2015, momento en el cual empezó a replantearse la manera de entender y gestionar la ciudad. Como resultado de estos esfuerzos, se han ido generado planes estratégicos y documentos orientados a la consecución de objetivos medioambientales.

Jardines de lluvia

Los jardines de lluvia son infraestructuras dedicadas a filtrar, retener, transportar, acumular, reutilizar y filtrar al terreno el agua. Su objetivo es ralentizar el proceso de absorción de la misma, para evitar que los mecanismos convencionales (alcantarillado, depósitos de agua y depuradoras) se saturen cuando llueve mucho en poco tiempo, ya que esto suele conllevar la liberación al entorno de aguas residuales antes de su tratamiento y, por ello, tanto el agua desperdiciada como los residuos contaminantes, no son debidamente gestionados.

Estos jardines están diseñados para que puedan inundarse cuando las lluvias son abundantes. Por ello, son construidos en zonas bajas, de forma que captan el agua de las precipitaciones de sus alrededores y quedan anegados, pero van filtrando poco a poco el agua que han acumulado hacia colectores auxiliares, situados, generalmente, bajo los jardines, y de ahí puede pasar al sistema de gestión de aguas.

La zona liberada por el soterramiento, el bulevar verde ente Torre de Romo y Camino de Tiñosa, contará con estos jardines de lluvia. En este sentido, el Ayuntamiento ha diseñado una red de drenaje en función de las áreas vertientes y los usos de las mismas, definiendo dos zonas: norte y sur del corredor verde. En el área sur, explican fuentes municipales, aunque existen ozonas verdes y de paseo, también se encuentra un carril bus y un vial para residentes, por lo que no cuenta con espacio suficiente para instalar los sistemas de drenaje sostenible y además está «fuertemente impermeabilizada, por lo que se hace necesario optar por alternativas tradicionales», mediante imbornales. En la zona norte, dedicada principalmente a zonas verdes y de paseo, se establecerán seis jardines de lluvia cuya agua captada será conducida a un depósito de almacenamiento de aguas pluviales, con capacidad de 270 metros cúbicos, que conectará con un colector auxiliar localizado bajo estos sistemas de drenaje para llevar el agua hasta la infraestructura de almacenamiento, donde se pretratará antes de reinyectarse en la red de riego.

Además, en total, la masa arbórea del corredor verde que va a crear el Ayuntamiento de Murcia en la zona de las vías soterradas del ferrocarril compensará la emisión de más de 5.260 toneladas de CO2 en los próximos 30 años.

Montevida, ejemplo de éxito

La construcción de Montevida llevó aparejada una importante obra hidráulica con dos balsas de laminación y un tanque de tormentas para garantizar la seguridad frente a posibles lluvias torrenciales.

En el último episodio de lluvias, estas mostraron su eficacia, evitando con ello una importante afección en La Alberca, que tradicionalmente había sufrido inundaciones y avenidas.

Otro tanto podemos decir de la nave de Amazon para la que se construyó otra balsa de laminación, que ha evitado inundaciones.

Parque Metropolitano

El futuro Parque Metropolitano de Barriomar, para el que existe una importante partida este año para iniciar su primera fase, contará asimismo con sistemas urbanos de drenaje sostenible. Uno de ellos serán los pavimentos permeables, que además de permitir el tránsito de peatones o vehículos, filtra la escorrentía hacia las capas inferiores. El agua se almacena temporalmente en la subbase (compuesta por gravas, celdas o cajas reticulares) antes de su infiltración al terreno o su descarga controlada aguas abajo. Además, están las llamadas cunetas vegetadas, estructuras lineales anchas y de poca profundidad, cubiertas de vegetación, que permiten captar y, cuando las condiciones del terreno lo permiten, infiltrar la escorrentía. Estas cunetas cuentan con pendientes laterales ligeras, con el fin de no presentar riesgos para los usuarios. La vegetación favorece la eliminación de contaminantes a través de la sedimentación y la infiltración al terreno.

Otro sistema de drenaje sostenible es la balsa de detención e infiltración. Se trata de depresiones vegetadas, que se mantienen habitualmente secas; pero que, en eventos de lluvia, ofrecen un almacenamiento temporal superficial de escorrentía. Después, la liberan lentamente, proporcionando una laminación del caudal. Se dimensionan para que se llenen y vacíen en menos de 48 horas, tras las lluvias, para estar disponibles en el siguiente evento de precipitación. Además de laminar, permiten que se produzcan infiltración en el suelo.