El sector del taxi de Murcia se queda sin las ayudas municipales para la movilidad reducida

El sector del taxi en Murcia anda revuelto tras haber sido informado de que no recibirán este año la subvención por el incremento de costes de explotación de vehículos de taxi adaptados a personas con movilidad reducida. Además, otra ayuda pública relacionada, que subvenciona la adaptación o compra de un nuevo vehículo adaptado está en el aire. Los taxistas esperaban recibir a finales de año una cantidad que ronda los 160.000 euros para la ayuda al sobrecoste, pero, según señala a esta Redacción el presidente de la Asociación Murciana de Eurotaxis, Francisco Martínez, el Ayuntamiento les ha comunicado que no podrán contar con esta subvención.

«Estamos bastante molestos», reconoce Martínez, que explica que este tipo de vehículos adaptados, al ser más grandes, consumen más y sus repuestos son más caros.

Por la ayuda en la compra o adaptación del vehículo, el representante de los eurotaxis murcianos explica que se recibía 6.000 euros por unidad, «algo insuficiente porque la adaptación está ya por los 10.000 euros», y la subvención por el sobrecoste de este servicio ronda los 4.000 euros anuales. Sobre la primera ayuda recuerda que el año pasado «se quedaron sin cobrar dos coches, que se suman a los cinco que tendrían que haber recibido la ayuda este año».

Recuerda Francisco Martínez que la convocatoria de esta ayuda solía publicarse entre finales de agosto y principios de septiembre. «Al ver que no salía, llamamos para saber qué pasaba, y fue cuando nos dijeron que los presupuestos estaban prorrogados y que no había dinero», afirma el representante de este sector, que advierte que sin la ayuda para los eurotaxis «va a ser inviable mantener estos coches, y puede que ser que algún taxista tenga que parar, porque ya los 4.000 euros era algo insuficiente, una ayuda que se ha mantenido en los últimos 7 años cuando el precio del combustible se ha disparado».

Desde este colectivo señalan que quieren seguir prestando el servicio con la máxima calidad posible, «pero en unas condiciones respetables; lo que no puede ser es que tengamos que poner dinero nosotros para poder prestar el servicio, trabajando casi a pérdidas».

Por otra parte, sobre las obras de movilidad, este colectivo asegura que ahora que están terminando se está notando cierta mejoría, pero advierte que en estos momentos corren «mucho peligro» porque «la gente no se ha habituado a que te tienen que ceder el paso ya que nosotros vamos por el carril bus, que está por la derecha y tenemos la preferencia».