Religión

Lorca aspira a convertirse en un lugar de peregrinación con la canonización de Pedro Soler

Tras el anuncio realizado por el Papa Francisco la devoción por el todavía beato ha vivido un resurgir en la ciudad, por lo que se ha abierto una cuestación popular para crear una talla del mismo

El escultor Ramón Cuenca explica a Fulgencio Gil los detalles de la futura talla.

El escultor Ramón Cuenca explica a Fulgencio Gil los detalles de la futura talla. / Daniel Navarro

Daniel Navarro

Daniel Navarro

La canonización del beato Pedro Soler, que se convertirá en el primer santo de Lorca, podría convertir a la Ciudad del Sol en un centro de peregrinación. Así lo señalaba el alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, que asistía al acto de presentación de la cuestación popular lanzada por la Comisión 'Canonización del Beato Pedro Soler' con el objetivo de sufragar una talla del insigne lorquino, que será custodiada en la iglesia de San Cristóbal.

El trabajo, que será encargado al escultor Ramón Cuenca, será el colofón de las acciones puestas en marcha en el municipio con motivo del anuncio papal, que también incluirán la reedición del libro sobre la vida de Soler, y un viaje hasta la plaza de San Pedro del Vaticano para presenciar el momento en que el beato pasará a ser santo, como ya lo hizo en 1926 el Consistorio y el pueblo de Lorca, que en peregrinación acudió a Roma para ver a uno de sus hijos alzado hasta los altares, al ser nombrado beato.

Representantes de las hermandades y cofradías de Lorca acudían al acto de presentación.

Representantes de las hermandades y cofradías de Lorca acudían al acto de presentación. / Daniel Navarro

"Es una oportunidad importantísima para seguir ahondando en los valores de nuestra ciudad, para seguir protegiendo muestras tradiciones y nuestros valores", indicaba Gil Jódar al respecto. De hecho, el edil afirmaba que la canonización hará que Lorca se convierta en un "referente mundial". "Se espera un flujo de peregrinación a Lorca para conocer los escenarios que formaron parte de su vida. De hecho, ya hay interés por conocer todo lo que tuvo que ver con este lorquino, por lo que desde la Concejalía de Turismo se pondrá en marcha una ruta para adentrar a esos peregrinos, a ese turismo religioso, por los lugares que formaron parte de su día a día", abundaba.

Así, las pretensiones municipales son complementar la historia de la vida del futuro santo con el resto de acontecimientos multitudinarios religiosos que se suceden a lo largo del año, como son la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional; las fiestas en torno a la Patrona, Santa María la Real de las Huertas; y las Fiestas de San Clemente, nuestro Patrón.

Comisión especial

Detrás de esta revolución alrededor de la figura de Pedro Soler se encuentra la Comisión 'Canonización del Beato Pedro Soler', liderada por Pilar Wals. Tras varios años de inactividad, esta agrupación retoma su actividad para dar a conocer la vida y obra de este rabalero, del que en breves fechas se cumplirán 164 años de su muerte, que tenía lugar en Damasco a donde el lorquino acudía formando parte de la primera expedición misionera a Tierra Santa. La conocida como ‘La misión mártir’ llevaba a la muerte a los ocho religiosos que emprendían el camino. Todos fallecieron en trágicas circunstancias, siendo el último en afrontar el martirio, en la noche del 9 al 10 de julio de 1860, el beato lorquino, mientras intentaba salvar la vida de dos niños, José y Antonio, a los que protegió con su cuerpo hasta la muerte.

San Cristóbal a sus pies

A este respecto, cabe señalar que el futuro santo cuenta en San Cristóbal, su barrio, con una calle. Muy cerca, en la parroquia de San Cristóbal, hay un cuadro y cada año se le recuerda besando su reliquia en su festividad. Además, en los últimos meses se han instalado varias lonas conmemorativas en la zona.

En la iglesia de San Cristóbal se han instalado varias lonas conmemorativas.

En la iglesia de San Cristóbal se han instalado varias lonas conmemorativas. / Daniel Navarro

También en el Monasterio de Santa Ana y Santa María Magdalena se conserva el alba con el que ofició misa por primera vez. Además, en el Santuario Patronal de la Virgen de las Huertas y en la iglesia de San Francisco se le recuerda con sendas esculturas.