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Enrique Soler
Ver galería >Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
Enrique Soler
Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
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Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
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Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
Enrique Soler
Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
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Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
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Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
Enrique Soler
Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
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Con el ‘trueno gordo’, Caravaca de la Cruz ponía fin a su Semana Gran en honor a la Vera Cruz de Caravaca. Cinco días de fiesta cargadas de intensidad, música, colorida y bulla, donde la ciudad ha revivido su pasado medieval, volviendo a poner de manifiesto sus populares fiestas de Cristianos, Moros y Caballos del Vino, con el telón de fondo de su Lignum Crucis
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