Lorquí puso ayer el broche de oro a sus fiestas patronales con una divertida carrera de autos locos por la calle Clara Campoamor de la localidad. Cientos de asistentes disfrutaron de las carreras de estos automóviles que, si bien no son muy lujosos, sí que están confeccionados y mostrados con mucho humor. El último acto de la jornada de despedida fue un castillo de fuego artificiales, que se lanzó pasada la medianoche.