Premios Empresa del Año Banco Sabadell

Premios
Empresa del Año
Banco Sabadell

PREMIO EMPRESA+SOSTENIBLE

El cambio “verde” que mueven las mareas

Magallanes Renovables - Premio Empresa+Sostenible
Texto: Adrián Amoedo

La expansión de la energía fotovoltaica y la eólica no estará sola a la hora de dotar de energía verde a las economías de medio mundo. Y entre el ramillete de opciones alternativas que crecen y se desarrollaron a lo largo de los últimos años figura la mareomotriz, tecnología que busca generar energía a partir de la fuerza de las corrientes marinas. Aunque todavía es muy incipiente y no existen en el mundo parques como tal que exploten este recurso de la naturaleza, son varias las iniciativas que buscan hacerse un hueco. Una de ellas es Magallanes Renovables, la empresa de Redondela que parte del Grupo Sagres y que se ha erigido como punta de lanza del sector. Tras unos 25 millones de euros invertidos en investigación y pruebas a escala real, la firma se prepara para dar el salto a la fase comercial de su proyecto y este año está previsto que comience la construcción de su segunda plataforma, la primera que se incorporará a un parque mareomotriz, lo que supondrá la culminación a más de 15 años de desarrollos.

El fundador de Magallanes Renovables, Alejandro Marques de Magallanes, suele decir que la idea que propició su zambullida en esta tecnología surgió un día mientras buceaba. La fuerza del agua le arrastró y pensó que, de una forma u otra, esa fuerza tenía que poder aprovecharse para la generación de energía. Junto con un equipo especializado, ideó una especie de batea de la que sale un mástil que se hunde en el agua y que cuenta con aspas que rotan con la fuerza de las corrientes.

Tras construir y testar con éxito un pequeño prototipo, la firma se lanzó a la construcción de una plataforma a escala real. El ensamblaje del aparato, bautizado como Atir, tuvo lugar en el puerto de Vigo, con grandes piezas de calderería, unidas como un puzle a través del uso de grúas de gran tonelaje que acapararon durante días las miradas de lo más curiosos. A partir de ahí, tras unos test con arrastre en la propia ría, la plataforma se desplazó al norte de Escocia.

En el Centro Europeo de Energía Marina (EMEC), la Atir demostró todo su potencial generando energía y vertiéndola a la red eléctrica de Reino Unido. Allí, Magallanes Renovables perfeccionó su tecnología, apuntaló aquellos aspectos que necesitaban ser pulidos, comprobó aspectos como el fondeo o la resistencia a las imponentes corrientes de las islas Orcadas. La Atir pasó el examen con nota y atrajo la mirada del incipiente sector mareomotriz. Incluso se planteaba, ya en 2019, la posibilidad de crear en un futuro próximo un primer parque de plataformas en el país.

La empresa, que para entonces tenía oficinas en Redondela y Escocia, empezó a cristalizar esas aspiraciones en el verano de 2022. En julio de aquel año, dio un salto de gigante cuando aprovechó con éxito la subasta lanzada por Reino Unido y se adjudicó una tarifa fija. Aquel año fueron 5,62 MW (megavatios) con un precio de 178,54 libras MW/hora (207,8 euros al cambio de entonces); al año siguiente, 2023, repitió éxito en otra subasta en la que se hizo con 4,5 MW y por 198 libras MW/hora (230 euros).

Con aquello, y el desarrollo en paralelo de la primera plataforma comercial, la Atir 2.0, Magallanes Renovables logró cristalizar al final todo el trabajo realizado, apuntando a instalar una primera plataforma en aguas de Escocia y seis más en Gales, en el marco del proyecto Morlais. La idea de la empresa que ahora dirige como CEO Alex Marques de Magallanes, hijo del fundador, es que la primera unidad comience a construirse este mismo año y esté lista en 2025. Si nada se tuerce, y como ya sucedió en el pasado, de ello se encargará el naval vigués.

La “Atir 2.0”, diseño de 55 metros para desplegar toda su potencia


Imagen del 'Atir 2.0'
Imagen del "Atir 2.0"

La empresa santiaguesa Redondo Design (D3 Applied Technologies) colaboró con Magallanes Renovables en el diseño de la primera plataforma comercial, la Atir 2.0. Con 55 metros de eslora, está certificada por Bureau Veritas y nace orientada a que tenga un impacto medioambiental y visual “muy pequeño”, con mejor rendimiento, seguridad y potencia. Está por ver qué empresa o empresas se encargan de su construcción, pero la empresa de Redondela sigue su hoja de ruta para iniciar antes de final de año la fabricación.

PREMIO EMPRESA+INNOVADORA

Una revolución en la salud animal

Beta Implants - Premio Empresa+Innovadora
Texto: Julio Pérez

Los voluntarios de la asociación felina Todo por ellos de la localidad valenciana de Albal encontraron a Sansa en medio de una camada de gatos abandonados en un descampado en el verano de 2017. Tenía mes y medio de vida, era ciega de nacimiento y por un agujero abierto en la cabeza salía un tercio de la masa cerebral. El animal sufría meningoencefalitis y convulsiones epilépticas. Cualquier golpe podría ser letal. El equipo de veterinarios que le atendió aconsejó una cirugía de reconstrucción craneal. Hubo que esperar unos meses más, hasta que cumplió los ocho y finalizó el periodo de crecimiento óseo. Y llegó el milagro. Sansa fue sometida a una intervención pionera en el mundo que le salvó la vida gracias a la colocación de una prótesis de impresión 3D hecha a medida por Beta Implants, la empresa gallega que está revolucionando la salud animal.

La historia de la firma fundada por Bibiana Rodiño y Antón Rodríguez es casi tan épica como la de Sansa. Empezaron a trabajar en un garaje con ayuda de la familia y una máquina de casi un cuarto de siglo de antigüedad que actualizaron para afinar la precisión. Rodiño compatibilizó su etapa de becaria en la Escuela de Ingeniería Industria de la Universidad de Vigo con la colaboración en un proyecto de I+D en una clínica veterinaria para el diseño de implantes a medida para animales. Se sorprendió de que todos los profesionales utilizasen catálogos de prótesis estándar y decidió aprovechar el trabajo de fin de carrera para lanzar uno con productos a la carta.

Hoy Beta Implants colabora con 340 clínicas de 15 países. Es capaz de fabricar una pieza en 24 horas y enviarla a México, Colombia, Costa Rica, Kuwait o Qatar. La red comercial se tejió puerta a puerta primero, visitando a los veterinarios, y con la participación después en los grandes congresos del sector para afianzar el meteórico crecimiento.


La empresa BETA Implants ha desarrollado la tecnología más avanzada del mundo para mascotas amputadas.

“Estamos en plena expansión internacional y esto ya es exponencial. En España estamos bastante consolidados y a nivel de mercado nos conocen todos los clientes, aunque la capacidad de crecimiento a nivel internacional es ya algo inmenso”, explicaba la directora general de la empresa en una reciente entrevista a FARO con motivo de la inauguración de su planta en Mos. El músculo productivo se multiplica por cuatro en las nuevas instalaciones. El área de fabricación suma 500 metros cuadrados y cuenta con tecnología de última generación. Pasará de elaborar unos 600 implantes al mes a rondar los 2.500, en la antesala al otro gran proyecto de ampliación previsto por la compañía con una factoría en la Plataforma Loxística de Salvaterra-As Neves, la Plisán, donde Beta Implants se hizo con un derecho de suelo de casi 6.000 metros cuadrados.

“Una de las mayores plantas de producción de implantes de Europa”, confirma Rodiño. La inversión rondará los 2,5 millones de euros y abrirá el camino también a la diversificación con una división de implantes para humanos. Después de menos de una década en el mercado, el futuro de la líder española de la ortopedia animal y una de las grandes referentes de la I+D de Galicia es prometedor. En 2022 facturó 1,2 millones de euros y el plan de crecimiento prevé duplicar la cifra de ventas y ampliar la cartera de clientes hasta los 600 –el 40% fuera de España– en 2025.

Una app para planificar la operación de forma virtual

Beta Implants desarrolla guías específicas, diseñadas e impresas en 3D, para cada paciente para la corrección de deformaciones, a partir de un TAC o RM, que se ajustan de manera inequívoca al hueso, con localización precisa y orientación de ubicación, rotación y osteotomía. Pero el servicio no se queda ahí. El equipo multidisciplinar integrado por cerca de 49 profesionales especializados asesoran directamente a los veterinarios para seleccionar el implante más adecuado e, incluso, planificar la operación. De ahí nació el lanzamiento de Beta app, una herramienta propia para planificación quirúrgica virtual de procedimientos de traumatología o ortopedia con implantes de la empresa.

Descarbonización, el futuro inaplazable de la economía gallega

Parque eólico de Monte do Seixo, localizado entre A Lama, Forcarei y Cotobade
Parque eólico de Monte do Seixo, localizado entre A Lama, Forcarei y Cotobade.
Texto: Jorge Garnelo

El reto de descarbonizar una economía no es tarea sencilla. Los fósiles llevan décadas dando fuelle al motor que alimenta el crecimiento de la sociedad, pese a que crisis como la propiciada por la guerra de Ucrania hayan puesto de manifiesto que los carburantes son solo un remedio temporal que, si no se sustituye más pronto que tarde, nos conducirá a la enfermedad. Galicia es consciente de que el futuro urge una apuesta contundente para caminar hacia la huella neutra. Un futuro inmediato en el que los principales sectores clave de la comunidad –automoción, eólica, naval o pesca– quieren jugar sus propias cartas y ganar.

Y esto nos lleva a tener que poner algún ejemplo, porque hay muchos, y entre ellos está Stellantis Vigo. La planta más productiva del grupo a nivel mundial, la de Balaídos, esboza una hoja de ruta que pasa sí o sí por la sostenibilidad, con la plataforma STLA Small que traerá consigo a los modelos del proyecto SP1 y el tan ansiado paso al vehículo eléctrico. Es un momento “de profunda transformación, casi de reconversión”, dijo el nuevo director de la factoría, José Luis Alonso Mosquera, en su primera intervención tras tomar las riendas del centro olívico. Su transición energética, de la mano de la muy alta tensión, se hace extensible a toda la industria auxiliar que se nutre de sus sinergias, que deberá acelerar en la misma dirección.

Pero la automoción no es el único sector que sopla en este sentido, la eólica gallega lleva años diseñando parques que buscan hacerse un hueco en la comunidad, aunque la parálisis judicial en la que se han visto envueltos sus promotores esté echando por tierra los esfuerzos por avanzar en la generación de energía limpia. Para hacerse una idea, hay 7.000 megavatios (MW) con enchufe autorizado y otros 2.700 MW tramitando el enganche, según Red Eléctrica de España, si bien actualmente Galicia solo cuenta con 3.800 MW repartidos en unos 180 parques. En los últimos cuatro años, de hecho, únicamente se estrenaron 60 MW, y la Asociación Eólica de Galicia (EGA) solo prevé 50 MW para 2024.

Habrá que seguir remando para conseguir dejar atrás las fuentes convencionales; los combustibles que evidencian el poder de quien atesora el petróleo y su desastroso efecto cuando se tensa el mercado, que hace más necesario que nunca que Galicia garantice su propia soberanía energética. En esa tarea también se encuentra inmerso el naval gallego, capaz de dibujar una ingeniería pionera en sistemas de propulsión alternativos. Dos de las muestras más recientes son el Cap de Barbaria de Armón Vigo, construido ya y que se erige como el primer ferri eléctrico español de pasaje y carga con cero emisiones en puerto; o el nuevo velero ecológico de Greenpeace en manos de Freire Shipyard, que usará el viento y el sol para navegar.

Se pueden citar más ejemplos, como el proyecto del superclúster Atlantic Wind del que forma parte la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime), que aprovechará la generación de energía eólica marina para abastecer de gas renovable a ecobarcos. La Asociación Asociación Clúster Naval Gallego (Aclunaga), por su parte, apoya la innovación de los astilleros, que en 2023 lograron 9 millones en ayudas públicas para potenciar su I+D+i. Y el Clúster de Automoción y Movilidad de Galicia (Ceaga) también ha hecho lo propio con cinco nuevos proyectos junto a 22 empresas y cuatro entidades del ecosistema de la movilidad y la automoción, que en su caso movilizarán otros 3 millones.

En lo que respecta a la pesca, la descarbonización se ha producido a marchas forzadas, pretendida por el sector pero sin respetar los tiempos desde Bruselas. La pérdida de flota derivada de las restricciones europeas a lo largo de las últimas legislaturas se ha traducido en un descenso significativo de las emisiones de los barcos europeos, un 52% menos desde 1990. Frente a la imposición de la UE de que las embarcaciones sean cero emisiones para 2050, la pesca es clara y concisa: es necesario reconfigurar la capacidad de los barcos –para computar solo la capacidad de la bodega, donde se guardan las capturas, y así no limitar el espacio que se dedique a la instalación de las nuevas fuentes de energía, que ocuparán más–; hace falta que la industria desarrolle modelos verdes aptos y también instalaciones de suministro en los puertos; y, sobre todo, es fundamental apoyar la renovación con fondos. Si no se hace de esta forma, “estaremos descarbonizados porque no habrá barcos”, advirtió el director xeral de Pesca de la Xunta, Antonio Basanta, en Navalia.