Pasando la Cadena

Diez goleadores

Nunca antes una selección de casi desconocidos había cambiado tanto la opinión de la mayoría

Los jugadores españoles posan con la copa tras ganar a Inglaterra.

Los jugadores españoles posan con la copa tras ganar a Inglaterra. / Sefutbol

José Luis Ortín

Nunca antes una Selección había ganado todos sus partidos en una Eurocopa. Ni nunca antes un equipo de casi desconocidos había cambiado tanto la opinión de la mayoría. Siete victorias y una docena de futbolistas hacia el estrellato, con un seleccionador más desconocido aún y ya en la cumbre del fútbol europeo.

España ha sido la mejor selección en Alemania y esta vez la fortuna ha sonreído a quien más méritos hicieron para ser los incontestables campeones de Europa. Pero hay más, porque esos veintiséis jugadores seleccionados, gracias a la enorme gestión de Luis de la Fuente, han sido un equipo ante todo y sobre todos sus competidores. Un equipo con mayúsculas como demuestra que diez de ellos han goleado. Aparte de Rodri y Carvajal, de donde debería salir el próximo Balón de Oro, que ya lo eran, no menos de ocho o diez se sitúan ahora en el podio de los mejores jugadores en sus puestos.

Nico y Lamine tienen poco o nada que envidiar a los mejores extremos del mundo. Lo mismo cabe decir de Olmo entre los medias puntas. Como de Cucurella en el lateral izquierdo o Fabián en la extensa nómina de interiores mundiales, más Laporte, Nacho y Le Normand en la de centrales. Asimismo, y pese a subidas y bajadas de ánimo, a Morata le corresponde el honor de haber liderado como capitán una ‘cuadrilla’ de amigos que envolvieron los egos en tanta humildad como brillantez y eficacia para coronarse como los reyes de Europa en solo mes y medio y siete partidos. Y no unos encuentros cualquiera, sino en duelos en la cumbre porque fueron capaces de superar a cuatro selecciones campeonas del mundo, una de ellas jugando en casa: Alemania, Italia, Francia e Inglaterra como postre de un torneo difícilmente repetible. Ese es el bagaje, ni más ni menos. A ver quiénes son capaces de igualarlo alguna vez, porque superarlo es imposible. Y esa es también la hoja de servicios de un seleccionador que reúne en sí mismo las esencias de este logro: humildad, eficacia, solidaridad, simpatía, empatía y brillantez. Ahí es nada.

Ahora, unos vuelven a sus clubes, otros harán maletas hacia nuevos destinos y algunos serán rivales inmisericordes en cuanto empiece la temporada, pero lo que les ha unido nunca lo olvidarán ni lo olvidaremos. Porque la ilusión que han compartido y la que nos han generado hace que todos estemos deseando que llegue ya el próximo Mundial. Y es una ilusión de largo recorrido.

El domingo noche hacía cuentas y comentaba a los seres queridos con quienes compartí esas dos horas de emoción inenarrable que he visto la irrupción de Lamine Yamal, pero que difícilmente veré su ocaso. Y lo equiparaba, sin compararlo, al caso de Messi. Los de mi generación lo vimos nacer para el fútbol y asistiremos también a su retirada. Y es que, aun siendo muy diferentes, hay cosas en este chaval que recuerdan poderosamente los comienzos del argentino. Y se resumen en seis: rápido, driblador, goleador, fino asistente, pocas florituras y una cabeza privilegiada. Si la profesionalidad, la suerte y la salud le acompañan, estamos ante otro jugador de época.

Punto y aparte para otro deportista excepcional. Este, ya, una realidad palpable y extraordinaria tanto por su juventud y carácter como por su juego y palmarés. Sí, me refiero a Carlos Alcaraz.

También el domingo 14 de julio -¡qué día!- nos regaló otra tarde para el recuerdo. Recordaba en la misma compañía futbolera la final de Wimbledon del pasado año. Entonces, de viaje, gracias a la radio nos hizo durante cinco horas más llevadero el camino. Esta vez se apiadó de nosotros y seguramente también de su veterano oponente y mejor jugador de todos los tiempos, dicen, Novak Djokovic, y en unas tres horas nos hizo revivir emociones, como preludio, pensábamos, a las que vendrían después.

Entiendo poco de tenis, pese a haber sido vicepresidente de la Federación Murciana con el inolvidable presidente Tono Páez, pero ya deslumbraba en sus comienzos. Amigos que sí saben y lo practicaron con éxito en sus años mozos, decían que el tenis que atesoraba era increíble en alguien tan joven. Dos años después, aseguran que es el tenista más completo que han visto. ¡Tela!

Ya pueden cuidarlo, porque, ¡anda que si hubiera que pagar la imagen que proporciona a su Murcia del alma! Otra ilusión para el deporte y para España. ¡Enhorabuena, familia!

Hasta la próxima temporada, amigos.