Josué Dorrio, en la recámara del Cartagena para el extremo

No quiere quedarse atrás el Fútbol Club Cartagena en cuanto a la confección de su plantilla y ya ha dado las primeras muestras de su urgencia por cerrar posiciones. Cinco renovaciones y dos fichajes cuenta hasta ahora el cuadro albinegro como operaciones exitosas. Otra, la oferta por el portero Joan Femenías, ha sido infructuosa tras su fichaje por el Real Zaragoza, mientras que la negociación por el central Nikola Sipcic sigue abierta con el Tenerife. En la reestructuración del equipo de Abelardo, el Cartagena quiere un extremo derecho puro y se ha fijado en Josué Dorrio para ocupar esa vacante.

Después de la venta de Isak Jansson al Rapid de Viena, el conjunto de la ciudad portuaria se ha quedado sin banda derecha a pesar de que Jairo Izquierdo y Luis Muñoz actuaron puntualmente en esa posición durante el pasado curso. Incluso Iván Calero ocupó la ofensiva diestra durante algunos partidos, pero busca el Cartagena garantías y aptitudes que se le han resistido durante los últimos años en esta zona del campo. Es por ello que la comisión deportiva ha pensado en Josué Dorrio, extremo diestro que se encuentra sin equipo tras finalizar contrato con el Amorebieta.

Dorrio (Bilbao, 1994) es un atacante de sobra conocido en el fútbol español. Aunque ha desempeñado la mayor parte de su carrera en Segunda División B, el futbolista formado en la cantera del Danok Bat debutó en Tercera con el Bermeo para fichar un año más tarde por el filial del Eibar, en la 2016-17. Aunque logró debutar en Copa del Rey, tuvo que salir primero al Portugalete y después al Real Murcia para afianzarse en la categoría de bronce.

Con el Talavera no destacó en la 2020-21, pero mejoró sus registros en el Linense al siguiente curso, disputando 33 encuentros con dos goles y dos asistencias. Su rendimiento le llevó al Amorebieta, donde fue titular indiscutible en la 2022-23 y guió a los suyos hacia el ascenso. Mejoró sus estadísticas hasta los dos goles y cuatro asistencias en 37 encuentros, firmando el ascenso para debutar en el fútbol profesional la pasada campaña.

Explosión en la 23-24

En plena madurez deportiva, Josue Dorrio fue un fijo tanto para Haritz Mújika como para Jandro Castro. Disputó 44 partidos, marcó tres goles y dio cinco asistencias en los más de 3.400 minutos que estuvo sobre el césped. El atacante se ganó la consideración de una liga desconocida para él y destacó pese al descenso de su equipo.

En ese contexto entra el FC Cartagena para interesarse por sus servicios. Antes de finalizar la competición, el club albinegro preguntó sobre su disponibilidad y ahora lo mantiene en la recámara mientras sigue sondeando el mercado. Dorrio no es la opción preferente del cuadro de la trimilenaria para el extremo derecho, pero puede significar una solución de garantías según se den las circunstancias.

El futbolista se ha ganado un cartel en Segunda y con él, el interés de varios clubes. Junto con el Cartagena, Racing de Ferrol y Huesca mantienen el interés, pero ninguno de ellos ha hecho todavía una oferta en firme por el bilbaíno. El Cartagena, por su parte, parece decidido a esperar para ver cómo avanza el mercado.

Ha sufrido el conjunto cartagenero una carencia de calidad en esta posición durante las últimas temporadas que le ha lastrado en su rendimiento. Berto Cayarga, William de Camargo, Jaime Romero, Franchu, Úmaro Embaló o Isak Jansson, han sido algunos de los futbolistas que han ocupado esta posición sin éxito desde que el Cartagena ascendió a Segunda. Quiere zanjar este problema reiterativo la comisión deportiva y por eso no deja de buscar alternativas, pero sin caer en la precipitación en la que se ha caído otros años con futbolistas que no han dado la talla del club albinegro.