Real Murcia

El banquillo, la primera prueba para Goiria en el Real Murcia

El director deportivo pide paciencia con la incorporación del nuevo entrenador, aunque el club grana debe evitar la demora de la pasada temporada con este asunto

Felipe Moreno y Asier Goiria sobre el césped de la Nueva Condomina.

Felipe Moreno y Asier Goiria sobre el césped de la Nueva Condomina. / Juan Carlos Caval

José Pablo Guillén

José Pablo Guillén

Asier Goiria acaba de aterrizar en el Real Murcia, pero ya tiene sobre la mesa su primer gran reto. Avalado por sus dos ascensos cona la SD Amorebieta a Segunda División, llega con la presión y esperanza de poder devolver al conjunto grana al fútbol profesional. Y para ello debe dar con la tecla en uno de los puestos más calientes del club grana durante los últimos años. Su primera tarea será la contratación de un entrenador que dirija el proyecto debe diseñar este verano junto a la comisión deportiva. Ya dejó claro el vasco durante su presentación que será él mismo el que tome la última decisión en una estructura en la que se mantiene Javier Recio, el encargado de confeccionar el equipo la pasada temporada.

Como Felipe Moreno no quiere cometer los mismos errores de la pasada temporada, que ha dejado al Real Murcia una campaña más sin disputar si quiera el play off de ascenso, algo que no logra desde 2018, no debe tardar demasiado Goiria en cerrar el técnico si no quiere tropezar con la misma piedra que su nuevo compañero de despacho. Y es que pensándolo en frío, el Real Murcia se encuentra actualmente en la misma situación que hace un año. Con un director deportivo recién incorporado y en pleno casting de entrenadores. Una elección que, al tener que contar ahora con el consenso de la comisión deportiva, puede demorarse aún más si cabe respecto al proceso con el que anteriormente se estaba trabajando.

Hubo que esperar el pasado verano hasta el 1 de julio para conocer que Gustavo Munúa era el elegido para coger las riendas de la plantilla. Tan solo unos días después, el técnico uruguayo viajó para Murcia a contrarreloj y comenzó con prisas el trabajo de la preparación veraniega, algo tan fundamental para el resto del curso, con el tiempo encima y con varias decisiones que se tomaron según avanzaron las semanas en la confección de la plantilla.

Ese será el primer error a subsanar, aunque con la llegada de Goiria el Real Murcia ya ha cubierto algunos huecos con los que se tropezó hace unos meses. Primero porque el vasco conoce perfectamente la categoría. De hecho, en las últimas siete temporadas ha estado inmerso en el tercer escalón del fútbol profesional, confeccionando diferentes proyectos con los que ha ido dando pasos hacia adelante con la SD Amorebieta. Y segundo porque no se mueve por volantazos. «Queremos hacer un proyecto deportivo basado en la solidez, estabilidad y dar el crecimiento que creemos que hay que darle al Real Murcia», afirmaba en su presentación. Por lo que la decisión más natural es que apueste por el banquillo por alguien de su plena confianza para evitar errores. Eso sí, será la primera prueba de su poder al tener que pasar por el filtro de la comisión deportiva.

«Estamos en conversaciones para dar esos pasos y sean sólidos, pero hay que tener paciencia. Estamos avanzando en ello, dando pasos adelante con algún entrenador. La cuestión es que elijamos la figura que nos dé ese salto hacia el objetivo. Tenemos que analizar las posibles situaciones y encontrar al candidato perfecto», dijo en su presentación sobre el asunto del entrenador. En cuanto a la posibilidad de que Jandro Castro, entrenador del Amorebieta este curso y que se encuentra libre, llegue a Murcia aseguró que «sí que hay una serie de entrenadores que tenemos en cartera y que nos pueden interesar, pero acabamos de aterrizar e iremos hablando y matizando todo».