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La Caja de la Rusa: Los ermitaños de la luz

Eremitorio de La Luz

Eremitorio de La Luz / Javier Lorente

Javier Lorente

Javier Lorente

En la misma cadena montañosa que mira al valle del río Segura y la ciudad de Murcia, muy cerca de donde se encuentra el Santuario de La Fuensanta hay un precioso lugar que ya fue elegido, habitado y venerado por varias civilizaciones anteriores como la de los iberos, romanos o musulmanes. Hace siglos también fue escogido por numerosos ermitaños en búsqueda de vida retirada y tranquila. Hablamos de lo que hoy es el Parque Natural de El Valle, una zona con privilegiadas vistas desde la que se domina hasta más allá del horizonte.

Me parece muy interesante esta ilustración que representa lo que conocemos como el Eremitorio de la Virgen de la Luz, en las cercanías de La Alberca y Santo Ángel, subiendo las montañas cercanas en una zona en la que abundan importantes restos de nuestro patrimonio regional. De lo más llamativo y valioso es un santuario ibérico y un castillo desde el que se divisaban las fortalezas de lugares lejanos como Alhama, Mula y Aledo.

Cuentan que hace 1.200 años llegó desde Portugal un asceta llamado Higinio y que tras unos años viviendo en los eremitorios del monte Miral, junto al monasterio de San Ginés de la Jara, finalmente solicitó permiso para establecerse aquí. En aquel entonces, sin los medios de transporte de hoy día, la zona estaba alejada de la ciudad, tampoco era tan verde y exuberante como hoy en día, gracias a la repoblación forestal del siglo XX. De lo que sí disponía era de cuevas naturales y de fuentes de agua. Cuentan las crónicas, que tras la dominación musulmana, fue a partir de 1429 cuando volvieron a establecerse los ermitaños. En el siglo XVI el emperador concedió permisos para fundaciones y construcciones, así como para utilizar las aguas del monte. También se permitió establecerse a los conocidos Hermanos de San Pablo o ‘Ermitaños de la Luz’. En 1648 los ermitaños bajaron a Murcia a socorrer a los enfermos de una epidemia de peste, pero todos se contagiaron y el Santuario estuvo unos años cerrado.

El profesor José Antonio Molina Gómez ha escrito sobre el santuario ibérico, situado muy cerca del Eremitorio de la Luz, así como de otros restos de la época tardo romana en las cercanías de La Alberca y de Algezares. En el siglo XVIII se construyó una ermita dedicada a la Virgen de La luz. Las instalaciones se fueron ampliando, con el tiempo, hasta llegar a ser un pequeño monasterio. Hoy día viven en él tres hermanos y sube una mujer del pueblo a ayudarles en la limpieza. Estos días me he acercado para enseñarles esta ilustración encontrada en la ‘Caja de la Rusa’, pero la mujer me dice que se han ido todos unos días a hacer el Camino de Santiago. Pero ella me ha enseñado la Iglesia y contado alguna historia: que en tiempos de la invasión de las tropas napoleónicas…, que en tiempos de la guerra civil…, o que los monjes vendían escobas y chocolate artesano.

Luego me acerqué al magnífico centro de interpretación de la zona. Después me entretuve en fotografiar el Castillo de La Luz mientras me imaginaba a la familia de la marquesa de la Casa de la Rusa, disfrutando de estos lugares mágicos, en un día no muy caluroso, claro.