Cine

La filmoteca particular de Ángel Cruz (Semana 2)

Interior de la Filmoteca Regional de Murcia.

Interior de la Filmoteca Regional de Murcia. / L.O.

La culpable del terror en cada primer baño del verano

Las posibilidades de sufrir el ataque de un gran tiburón blanco en las aguas del Mar Menor son las mismas de que yo me proclame campeón olímpico de los 100 metros lisos. Tiburón, la obra maestra de Steven Spielberg, ha conseguido amargar el verano y el baño de millones de veraneantes desde su estreno en 1975, y en mi caso, creo recordar que fue el verano del 88, cuando en el cine de verano de la Plaza de Toros de Cabo de Palos tuve la oportunidad de ver la película.

Tiburón

Steven Spielberg        

1975

Estados Unidos

124’

Mis temores infundados a la mordedura de un escualo mientras resonaban en mis oídos la música de John Williams, que se convertiría a la sazón en el leitmotiv que anunciaba la presencia del tiburón, hubieran tenido una mínima dosis de credibilidad si me hubiera bañado en el Mar Mayor, pero lo cierto es que por aquella época yo me bañaba siempre en el Mar Menor, con una profundidad máxima de unos 50 centímetros y en plena orilla. 

Poco a poco mi miedo a los tiburones fue desapareciendo para ser sustituido por el pánico a las medusas, en cual me acompaña hasta nuestros días. Pero de ellas Spielberg aún no ha hecho ninguna película.

Tiburón.

Tiburón. / L.O.

La tensión de la vida cabe en un vaso de ginebra

un hombre soltero

un hombre soltero / L.O.

Saborear una buena copa de Tanqueray con tónica en la terraza de la playa mientras disfruto de las maravillosas vistas que nos regala nuestro Mar Menor es, sin duda, uno de los placeres del verano. Omito indicar con qué frecuencia se repite esa liturgia con el fin de no alarmar a ninguno de nuestros lectores. La preferencia por la mencionada marca proviene de la influencia que ejerció sobre mi la ópera prima del diseñador Tom Ford, Un hombre soltero. La cinta, que le valió a su actor protagonista, Colin Firth, la Copa Volpi al mejor actor en la Mostra de Venecia en 2009, y en la que la botella verde es casi una protagonista más, está ambientada en el año 1962, en plena crisis de los misiles de Cuba, y tiene una de las puestas en escenas más elegantes y refinadas que una película nos haya sugerido en los últimos años. El debut, pues, de Tom Ford en la gran pantalla fue sobresaliente proponiéndonos, como no podía ser de otra manera, una historia rezumante de diseño que nos permite acompañar a George en su lucha por no caer al abismo tras haber perdido a su pareja en accidente de tráfico. 

‘Un hombre soltero’

Tom Ford           

2009

Estados Unidos

99’

El verano para los niños es reencontrarse con su bici

Las bicicletas son para el verano.

Las bicicletas son para el verano. / L.O.

La llegada del verano es para un niño uno de los momentos más esperados y ansiados. Las vacaciones, no tener que madrugar para ir al cole y la playa eran incentivos más que suficientes para hacer de esa época la mejor del año. Para mí, como imagino que como para la mayoría de los chicos y chicas de mi edad, el verano suponía reencontrarme con mi bici, una preciosa BMX roja cuyo manillar y cuadro estaban decorados con un acolchado blanco que era la envidia del resto de críos de la pandilla. En mi caso tener una bicicleta fue mucho más fácil que para Luisito, eterno personaje de Las bicicletas son para el verano, obra de teatro escrita por Fernando Fernán Gómez en 1977 que años más tarde Jaime Chávarri inmortalizaría en la gran pantalla. Una cinta que retratado como pocas las miserias de nuestra guerra civil a través de la cotidianidad. Debut de Gabino Diego en la gran pantalla en una película que es todo un alegato antibelicista y una obra maestra del cine español.

Las bicicletas son para el verano

Jaime Chávarri

1984

España

103’

Hipocresías y apariencias que llevan a la soledad

El apartamento.

El apartamento. / L.O.

Saber decir que no, tan importante cuando recibes la llamada de ese amigo con el que no quieres quedar, es quizás uno de mis principales hándicaps. De ahí mi identificación y empatía con C.C. Baxter, personaje interpretado por Jack Lemmon en la obra maestra de Billy Wilder El apartamento. Dios, como llamó Fernando Trueba al maestro Wilder al recoger el Oscar por Belle Époque, es de los cineastas que mejor ha sabido trasladar la vida del siglo XX a la gran pantalla. El apartamento, en tono de tragicomedia, nos sumerge en un retrato pesimista y negro de una sociedad que utiliza sus celebraciones tradicionales como un mero juego de apariencias e hipocresías cuyo denominador común es la soledad. Una de las mejores películas de la historia del cine que, aunque suelo revisar siempre en época navideña, es perfecta para disfrutar un 12 de julio, día en el que celebramos los santos de Fortunato e Hilarión. Felicidades, si nos lee alguno de ellos.

El apartamento

Billy Wilder

1960

Estados Unidos

125’

Algo tendrá el agua cuando la bendicen

Esta casa es una ruina

Esta casa es una ruina / L.O.

Recuerdo que una tarde de julio mi padre nos llevó a mis hermanos y a mí al Videoclub Meroño, que estaba en la Gran vía de Murcia frente a lo que actualmente es el Mercadona, para alquilar una película. Por aquella época las más demandas eran las del tándem Terence Hill y Bud Spencer, pero para chasco nuestro estaban alquiladas. 

De repente, de entre los cientos de títulos que nos ofrecía el videoclub me fijé en una cinta cuyo estuche era en relieve, y claro, aquello me pareció pura fantasía. La película se llamaba Esta casa es una ruina y al final la acabamos alquilando. 

La película, protagonizada por un entonces jovencísimo Tom Hanks, es una comedia delirante al más puro estilo Buster Keaton. Esa noche, además de José María Párraga, que como ya he comentado era más o menos habitual en estas sesiones, se unió el también pintor Pepe Claros, al que cariñosamente llamábamos ‘tito Claros’ y quien, con sus carcajadas exuberantes, nos contagiaba la risa.

Hace poco más de un año le pregunté a mi querido Miguel Ángel Hernández que recomendase una película a los espectadores de la Filmoteca que hubiese visto en un cine de verano. Sugirió Esta casa es un ruina. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

Esta casa es una ruina

Richard Benjamin

1986

Estados Unidos

90’

Todos queríamos dar cera y pulir cera

Portada de Karate kid.

Portada de Karate kid. / L.O.

La llegada del vídeo a mi casa fue un acontecimiento de tal magnitud solo equiparable al descubrimiento de América, la penicilina o la llegada del hombre a la luna. Recuerdo ese día como si fuera hoy: era un Sony Betamax gris, precioso, con un mando a distancia enorme que parecía el volante de una nave espacial. Sí, en casa éramos de Beta. Recuerdo, y de qué manera, las tres primeras películas que mis padres alquilaron en el entonces videoclub de El Corte Inglés: Flashdance (Adrian Lyne), Psicosis II: El regreso de Norman (Richard Franklin) y Karate Kid (John G. Avildsen). 

Karate Kid

John G. Avildsen 

1984

Estados Unidos

126’

De todas ellas, me voy a quedar con la tercera ya que la magnitud del acontecimiento fue tal que la mayoría de mis amigos y compañeros de clase vinieron a verla. Fácilmente pude ver la película unas seis veces en las 48 horas que duraba el periodo de alquiler, aunque luego la película la volvimos a alquilar varias veces más. 

Todos los niños de la época queríamos ser Daniel Laruso y entrenar con el señor Miyagi. Dar cera, pulir cera, una frase que forma parte de la historia del cine y que está grabada a fuego en los niños de mi generación.