Entrevista | Juan Carlos García Gómez Documentalista

"He hecho yo solo el trabajo de una productora... Incluso tengo un papel en ‘Lúpulo Cas9’"

Este empleado de la UMU y podcaster aficionado se ha tirado a la piscina con un proyecto de envergadura como lo es una ficción sonora; producción «que se barruntó con vocación amateur y pronto viró a algo de nivel profesional», asegura. Se trata de la serie ‘Lúpulo Cas9’, ya en Spotify.

Juan Carlos García durante una grabación de la serie.

Juan Carlos García durante una grabación de la serie. / L. O.

Lola López

Lola López

Suspense y humor son los ingredientes principales de Lúpulo Cas9, el primer proyecto de ficción sonora de Juan Carlos García Gómez. Lo que desencadena el misterio de sus ocho capítulos es la desaparición del autor de la receta de la cerveza adelgazante, pero el documentalista de la Universidad de Murcia adereza cada capítulo con unas gotas de realidad. ¿El resultado? Un podcast narrativo de factura profesional, independiente y refrescante.

La cuestión que desata los misterios aquí es la receta de una cerveza que adelgaza... ¿De dónde surge esta idea?

La inspiración surge cuando menos te lo esperas. Estaba paseando a mis perros y escuchando El sonido del crimen, una ficción sonora sobre una unidad de la policía especializada en análisis de sonido, y recordé un meme con el actor Jack Black diciendo algo como: «Los científicos empeñados en descubrir si hay vida en Marte, cuando lo que tendrían que hacer es inventar una cerveza que no engorde». Y me dije: «Yo no sé de Bioquímica, pero sé escribir guiones». Así nació la premisa: ¿Qué pasaría si alguien inventara una cerveza que adelgaza? ¿Qué estarían dispuestos a hacer algunos para conseguir la fórmula?

Y a partir de ahí, ¿qué? ¿Cuál es la historia de Lúpulo Cas9?

La historia comienza con Laura (Jessica Cerón) volviendo de un congreso fuera de España. En el taxi, escucha los mensajes de voz de su pareja, Daniel, que serán su única pista para buscarlo cuando descubra que ha desaparecido. Con la ayuda de su vecino Javi ‘El heavy’ (Nancho Novo), Laura se lanza a una carrera vertiginosa para encontrar a Daniel antes de que..., bueno, hasta ahí puedo contar.

¿Y por qué una ficción sonora y no otro tipo de soporte?

Me aficioné a la ficción sonora gracias a El Gran Apagón, la primera gran serie de ficción sonora española moderna, donde uno de los personajes principales era el interpretado por Nancho Novo. En paralelo empecé a hacer un podcast, El disfraz de Polifemo, que incluía mucha divulgación científica. Un día me di cuenta de que, durante una entrevista, habíamos pasado de puntillas sobre el tema de ‘El dilema del prisionero’ (una cuestión recurrente en Psicología), y, para remediarlo, pensé que sería una buena idea montar una pequeña recreación dramática. Ahí descubrí que me encantaba hacer ficción sonora. Desde entonces, casi todos los capítulos incluyeron una pequeña historia de este tipo relacionada con el tema del día. Y de ahí surgieron varias ideas para la serie y buena parte del elenco aficionado.

Salta al oído la dedicación y atención al detalle de esta producción, pero es su primer proyecto de este tipo. ¿Costó sacarlo adelante?

Muchísimo. Al ser mi proyecto no puse precio a mi hora de trabajo, por eso podía ser maniático hasta la extenuación con detalles menores como que cada actor sonara con zapatos diferentes. Y claro, por mi inexperiencia en algunos aspectos técnicos de la producción de sonido, tuve que formarme lo más que pude antes de atreverme con ciertos elementos sonoros. Porque, antes de empezar, es preciso saber que el equipo de grabación es importante, pero el acondicionamiento del entorno es fundamental; que el buen uso de los compresores, ecualizadores y otros filtros hacen la diferencia entre un sonido amateur y uno profesional, etc. Pero lo más difícil ha sido multiplicarme: he hecho yo solo el trabajo de una productora. Salvo las voces y la música, he hecho yo solo todo lo demás, incluyendo un papel en la ficción.

¿Se encargó también de recrear los ambientes y efectos sonoros?

Muchos son de librería, pero una buena parte los grabé yo (coches, puertas, pasos...). Un día, cuando estaba grabando unos pasos para el personaje de Nancho Novo, y como se colaba un poco el sonido del roce de los pantalones, me los quité. Estaba yo andando sobre una losa sin ellos, con zapatos de vestir y el micrófono como a un metro de altura delante de mí. En ese momento se abre la puerta, aparece mi mujer y se queda estupefacta, como yo, que no se me ocurrió otra cosa que decir: «Cariño, no es lo que parece». Pero podría haber sido peor: dos minutos antes estaba haciendo lo mismo... pero con sus zapatos.

¿Cómo llegan a este proyecto Jessica Cerón y Nancho Novo?

El caso de Jessica fue casi de película. Estaba corrigiendo el guion y había mandado el proyecto a varias cerveceras para buscar patrocinio (sin éxito). Mientras esperaba una respuesta que no llegó, pasé mucho tiempo escuchando voces de actrices murcianas, y supe en diez segundos que Jessica era la actriz que debía hacer el papel de Laura. Aunque no había hecho ficción sonora antes, le pareció un reto interesante y ha resultado una actuación soberbia. Con Nancho fue una carambola. Soy seguidor suyo desde La Ardilla Roja y había escuchado sus trabajos en ficciones sonoras. Una amiga, que a su vez es amiga de Nancho, estableció el contacto, y cuando le comenté el proyecto, le gustó y aceptó participar, pese a ser una producción independiente.

En los capítulos también aparecen las voces de expertos que perfilan cuestiones del guion.

El Gran Apagón, el mayor referente en el sector, es un falso documental, y en mi podcast hacía una pequeña ficción para introducir el tema del día, así que pensé en hacer una introducción en formato documental puro explicando algún concepto que aparezca en la ficción. Dado que la fabricación de cerveza está en el centro de la serie, en todos los capítulos hay una píldora científica sobre la cerveza, además de otros temas como la personalidad narcisista/psicopática. Son apenas dos o tres minutos, pero le da un punto de originalidad al formato.

Y... ¿cómo ha compaginado en el humor y el suspense?

Inicialmente, la historia era un thriller puro, pero siempre termino imaginando alguna situación cómica... Al final, acepté que eso va con mi personalidad y lo hibridé, digamos. Así que hay mucho drama, pero también situaciones cómicas y personajes como el Inspector Vázquez, que tiene un toque esperpéntico. Aunque soy consciente de que la hibridación de géneros es arriesgada: el oyente puede interpretar la socarronería como un intento fallido de interpretación dramática. 

El equipo es muy coral y, más allá de los citados, está formado por gente cercana. ¿Cómo fueron estos fichajes? Porque ha liado incluso al rector José Luján...

Como producción independiente y sin financiación externa, reduje al máximo los costes. Los dos protagonistas son actores profesionales y hay otras cuatro personas con experiencia en teatro aficionado, pero para los personajes secundarios recurrí a gente cercana. Usé el método ‘filmaika’ del director murciano Dany Campos, profesor mío de guion, que viene a decir que:«Si la vida te da limones...». Por ejemplo, encajé en la historia personajes que hablan ruso porque cuento con amigos que hablan ruso. Y sí, un día, después de un acto en la UMU, le propuse al rector hacer un pequeño papel... de rector.

Tienen abierto un canal de micromecenazgo para financiar el proyecto, ¿cómo va esa gesta?

Va despacio. Soy desconocido en este mundillo y, además, ‘de provincias’, por lo que no conseguí vender la serie a una gran plataforma, ni patrocinio alguno, con lo que hubo que difundir la serie también por nuestros propios medios. Por eso pensé que ofreciendo esa posibilidad de micromecenazgo tal vez llegaría a recuperar una parte de la inversión y, al menos, poder tener algún detalle con todas las personas que han colaborado..., qué se yo, invitarles a comer. De momento, no da, pero esto acaba de empezar. 

Y tras la experiencia de Lúpulo Cas9, ¿se avistan otras ficciones sonoras en el horizonte?

Tengo en mente una posible segunda temporada y otras ideas por ahí esbozadas en el cajón, pero no tengo energía para hacer y financiar yo solo otra producción de esta envergadura, que se barruntó con vocación amateur y pronto viró a algo de nivel profesional. Poco a poco se va hablando de la serie, y me llegan comentarios muy positivos. A ver si conseguimos suficiente difusión a nivel nacional y quizá para un segundo proyecto aparezca alguien que nos pueda apoyar. n