Conciertos

Judas Priest revalida la fe de Cartagena en el heavy metal

La legendaria banda de Birmingham, capitaneada por el indomable Rob Halford, lidera la primera jornada de conciertos en la Cuesta de El Batel, por donde también pasaron, entre otros, los ingleses Uriah Heep y los norteamericanos Extreme

El grupo Judas Priest fue el plato fuerte ayer de la inauguración del Rock Imperium en Cartagena.

El grupo Judas Priest fue el plato fuerte ayer de la inauguración del Rock Imperium en Cartagena. / Iván J. Urquízar

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Y en Cartagena volvió a tronar. No, no hablamos de la tímida lluvia que ayer cayó sobre la ciudad, sino del Rock Imperium. El festival abrió de nuevo sus puertas este miércoles en la Cuesta de El Batel y los metaleros de la provincia y alrededores –y también algunos llegados desde mucho más lejos– acudieron en tropel para embriagarse con la primera de las cuatro tandas de conciertos que Madness Live! ha preparado para la ocasión. No era fácil contentar a los aficionados tras dos primeras ediciones históricas, con Scorpions y Kiss como cabezas de cartel, pero es que no menos grandes son los británicos Judas Priest...

Además, la legendaria banda de Birmingham –el plato fuerte de un cartel en el que también figuran Avantasia, Saxon y el virtuoso Yngwie Malmsteen– fue madrugadora: esta vez el gran reclamo del Rock Imperium no se guardó para el final, sino que protagonizó una inusual jornada inaugural marcada, a todas luces, por la apretada agenda de la banda hoy liderada por el carismático Rob Halford. Porque no es común comenzar un festival un miércoles, y mucho menos hacerlo con los headliners del cartel, pero lo cierto es que ni eso ni la ausencia de conciertos en el escenario tres pareció amedrentar a nadie.

El menú del día estaba compuesto un total de ocho shows, repartidos entre el ‘Estrella Levante Stage’ y el ‘Cartagena Stage’, contiguos. Y los más veteranos lo agradecieron: sin desplazamientos ni solapamientos, y con la energía prácticamente intacta –cosa que seguramente no hubiera ocurrido el domingo, con cuatro sesiones completas de rock y metal–, el público pudo disfrutar sin cortapisas de los grandes conciertos del día. Porque no solo de Judas Priest vive el festivalero... Había ganas de ver a los norteamericanos Extreme, que calentaron el ambiente para los británicos con su original propuesta, entre el rock alternativo y el glam, pero con un irresistible ramalazo funky. Pero, sobre todo, se dieron cita en la ciudad portuaria multitud de fanáticos de Uriah Heep.

La londinense, en pie desde 1969, es una banda clave en la historia del rock. Especialmente popular en la década de los setenta, se considera a Uriah Heep como uno de los grupos introductores del progresivo en género, y aunque de la formación original solo perdura el guitarrista Mick Box –y, además, los años no pasan en balde para nadie–, ofrecieron un concierto en el que el espíritu de aquellos años se hizo patente, con un set list en el que combinaron temas de su último trabajo, Chaos & Colour (2023), con algunos de sus himnos, como Easy Livin’. Además, parecieron desquitarse con un concierto de hora y media de duración, ya que como teloneros de ‘Judas’ –les están acompañando junto a Saxon en su Invincible shield Tour– han ofrecido hasta ahora actuaciones mucho más recortadas.

Porque los grandes protagonistas de este cartel –junto a sus fieles escuderos– llegaron ayer a Cartagena después de tocar el jueves en Barcelona, el sábado en Pamplona y el lunes en Madrid, pero a Halford no se le conoce como ‘The Metal Lord’ por cualquier cosa... A sus 73 años, el frontman de Judas Priest demostró, sobre las tablas del Rock Imperium, estar en perfecta forma.

Siempre icónico –embutido en cuero y con una larga barba blanca que se ha convertido en seña de esta nueva era–, el sacerdote reforzó la fe en la vigencia del heavy metal de muchos de los allí presentes, porque, aunque vaya cumpliendo años, el rock sigue vivo gracias a gente como él. Y a bandas como la de Birmigham, que hizo gala de su legado –no faltaron ni Breaking the law, ni Turbo lover ni, por supuesto, Painkiller– y de su imponente presente, con temas como Panic attack –con el que abrieron– y la propia Invincible shield.

Al cierre de esta edición, los alemanes In Extremo estaban poniendo el broche a una jornada que también contó con las actuaciones de Blackbriar, Turmion Kätilöt, Ronnie Romero y Eclipse, pero que quedará para la historia por la visita de Judas Priest a Cartagena, algo impensable hasta que el Rock Imperium irrumpió en la agenda cultural de la Región en 2022. Pero lo mejor es que todavía quedan tres días y más de medio centenar de conciertos con los que seguir manteniendo la fe.