Entre Letras

La invasión de la realidad

La invasión  de la realidad

La invasión de la realidad / Francisco Javier Díez de Revenga

Francisco Javier Díez de Revenga

La editorial Renacimiento de Sevilla, en su colección ‘Los Cuatro Vientos’, acaba de publicar el libro de Alejandro Duque Amusco En otro grado de luz. Lecturas sobre Carlos Bousoño, una excelente oportunidad para volver sobre un poeta imprescindible de la literatura española del siglo XX. Duque Amusco ha recuperado, para titular este libro suyo, como homenaje en el centenario de Bousoño (Boal, Asturias, 1923-Madrid, 2015), ese título, En otro grado de luz, que el poeta había pensado alguna vez para un futuro libro de poesía. Dado que no llegó a escribirlo, aparece hoy al frente de este entrañable ensayo.

Carlos Bousoño fue un auténtico disidente dentro de su generación y él mismo explicó su distancia con la poesía social y realista que se escribía en España en los años en que aparecieron sus mejores poemarios: Subida al amor (1945), Primavera de la muerte (1946), Noche del sentido (1957), Invasión de la realidad (1962), Oda en la ceniza (1967), etc. Como él mismo aseguró, era distante porque su generación quiso tratar desde el verso los problemas políticos y sociales; por el contrario, su poesía cantó en todo momento desde supuestos distintos y se propuso otras metas.

Asegura que las razones que le impulsaron a discrepar de sus coetáneos, y a seguir un camino divergente al de ellos, se basaban en su concepto acerca de la naturaleza de la poesía y del arte en general y de su misión basada en una idea que nada tenía que ver con la que tenían sus contemporáneos. Para Bousoño, el arte no ha de proponerse fines pragmáticos ni aspirar a modificar el mundo.

Para él, la poesía no consiente siquiera retener, en su tejido verbal, la practicidad, mucho menos acuciante: que el hecho de ser verdadera la poesía lleva consigo una verdad, porque su poesía no solo no tiene nada que ver con la poesía imperante, sino que él la consideraba una poesía existencial, ya que alude directamente a términos como existencialidad y existencialismo.

Con este libro de Duque Amusco, penetramos de nuevo en el mundo de Bousoño a través de diversos ensayos previos recopilados, pero sobre todo gracias a una expresiva y completa conversación con el poeta (biografía dialogada), en la que recorre toda su trayectoria vital y literaria, desde el Oviedo de la infancia y la adolescencia al Madrid de la formación junto a Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre.

Y sobre todo alude con detalle a la importancia de la obra teórica de Bousoño, ya que sus libros, entre ellos, Teoría de la expresión poética (1952), El irracionalismo poético: el símbolo (1977), Superrealismo poético y simbolización (1979) y Épocas literarias y evolución (1981), constituyeron entre nosotros auténticos hitos en la renovación e impulso emprendedor de los nuevos métodos en la investigación literaria. Pero hay mucho más en el libro de Duque Amusco, sobre todo porque ofrece (En el taller del tejedor) una descripción detenida de su obra poética a través de todos sus libros durante más de cincuenta años, y por supuesto se recuperan indagaciones sobre la capacidad descubridora de Bousoño (Un poeta innovador), hasta llegar al final (En la conciencia del existir), reflexiones ya en la muerte del poeta.

Está claro que el proceso de búsqueda interior de Bousoño, que advertirá el lector en todos sus libros, encontró resultados muy negativos, nada halagüeños, inquietantes, pero en todo caso, desarrolló procesos intimistas de autoexploración, tan alejados de la poesía que se escribía en España ya a la altura de 1957. Y una buena prueba de ellos es un libro cenital en la poesía bousoniana, Noche del sentido, que Duque Amusco sitúa, tras lo evocado en los libros anteriores, en «la noche del conocimiento, lo que equivale en el presente caso a decir en la semipenumbra de la duda y la lúcida ignorancia».

La noche del sentido es la imposibilidad de ver las cosas, la oscuridad ante el conocimiento, la imposibilidad de entender lo que hay a nuestro alrededor, la angustia de no comprender la existencia. El poeta, como tuvo ocasión de señalar, hace de la angustia su casa. Si Bousoño se distinguió en nuestra historia literaria por ser un disidente de las tendencias de la poesía del Medio Siglo, este libro de Duque Amusco se convierte en una certera guía para alcanzar la comprensión de un poeta original y único, una excepción muy clara en su época, en aquellos años de la España irredenta de los años cincuenta y sesenta. Una muy bien escogida antología completa este volumen, lo que permitirá al lector conocer, de primera mano, algunos de los poemas estelares, tan solo diez, de la intensa obra de Carlos Bousoño.