Entrevista | Eva Llorach Actriz

Eva Llorach: "Me costó muchísimo meterme en la piel de una nazi. Fue doloroso"

«No es que me sienta especialmente cómoda haciendo thrillers, pero es lo que me ofrecen»

Eva Llorach.

Eva Llorach. / L.O.

Asier Ganuza

Asier Ganuza

Eva Llorach conquistó definitivamente a la industria cinematográfica española con Quién te cantará (2018). Su actuación en el filme de Carlos Vermut le valió un sinfín de buenas críticas y un buen puñado de galardones, entre ellos, el Goya 2019 a Mejor Actriz Revelación; premio que, como suele ocurrir en estos casos, la puso en el escaparate. Desde entonces, prácticamente no ha dejado de trabajar, pero, sobre todo, en televisión, con papeles relevantes en series de éxito como Élite. Quizá por ello –y obviando su participación en la argentina Errante corazón (Leonardo Brzezicki, 2021)–, la murciana tenía «muchas ganas» de regresar a la gran pantalla, y, por suerte, no tardará en hacerlo. Este viernes presenta en el Festival de Málaga el thriller La desconocida, de Pablo Maqueda, y está pendiente del lanzamiento de la comedia Un lugar común, de Celia Giraldo, en la que ejerce como protagonista. Además, en el prestigioso certamen de la capital de la Costa del Sol se estrenará también el primer capítulo de Los pacientes del doctor García, la gran apuesta de TVE para esta temporada, y tras el verano verá la luz en Netflix El cuerpo en llamas, donde comparte cámara con Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez. Eva nos atiende «feliz» y expectante ante lo que está por venir.

¿Cómo está, Eva? Se avecinan días emocionantes, imagino...

Sí. Y con bastantes cosas que presentar (y algunas que llegarán en los próximos meses...). ¿Sabes lo que pasa? Que nosotros a veces trabajamos y trabajamos, pero no es hasta tiempo después cuando empiezan a verse los resultados. Así, por ejemplo, en Málaga tenemos un par de cosas, pero hay otra película y otra serie pendientes de estreno.

Vayamos por partes, pues. Lo que tenemos más a la vista es el estreno de La desconocida, de Pablo Maqueda, que compite en la Sección Oficial del Festival de Málaga, y del primer capítulo de Los pacientes del doctor García, que también se podrá ver en primicia el próximo domingo en el Teatro Albéniz.

Eso es. Esto último, además, es una adaptación de la novela del mismo nombre de Almudena Grandes, y debo decir –para los que se la hayan leído– que se ajusta bastante al libro. Se podrá ver en Televisión Española y en Netflix.

¿Cómo afronta este estreno, muy esperado (al ser la nueva gran apuesta del ente público)?

Pues estoy emocionada, la verdad. Sobre todo por el personaje que me ha tocado interpretar, ya que es a raíz de ella, de Clara Stauffer, de conocer su historia, que Almudena decide escribir esta novela.

Una mujer de un perfil un tanto delicado...

Sí. Clara, que existió realmente –esta serie está basada en hechos reales–, fue hija de un químico y cervecero alemán, Konrad Stauffer, y de Julia Loewe, hija del fundador de Loewe, con lo que pertenecía a la alta aristocracia; era como una celebrity en su época, pero con grandes inquietudes políticas. Tantas que se hace íntima de Pilar Primo de Rivera, quien la nombra jefa de prensa y propaganda de la sección femenina de la Falange. Pero ella no solo admiraba al padre de su amiga, sino también a Franco y, por supuesto, a Hitler; y, de hecho, enseguida empieza a investigar cómo trasladar el modelo alemán a España, donde vivía (tenía una casa en Madrid, en Malasaña). Así que hace viajes al país de sus padres, también a Italia y, al término de la Segunda Guerra Mundial y gracias a su amplio conocimiento del Partido Nacionalsocialista y a los importantes contactos que había hecho por aquí, crea una red de escape para... criminales de guerra (que para ella, claro, eran ‘héroes’).

Aprovechando las relaciones entre el régimen de Franco y el III Reich.

Claro. De hecho, Clara Stauffer ejemplifica muy bien el vínculo estrecho que existía entre los dos gobiernos. Es más, el viaje de estos prófugos era desde la Alemania nazi y hacia Sudamérica, pero pasando por Madrid. Y..., bueno, es en torno a toda esta trama que Almudena da forma a una novela de espionaje, a un thriller, que nosotros hemos llevado a la pantalla con Javier Rey, Tamar Novas y Verónica Echegui como protagonistas. La cuestión es descubrir quién fue realmente Clara Stauffer y destapar toda esta red.

¿Cómo ha sido interpretar a esta mujer? Porque imagino que no es sencillo dar vida a un personaje tan extremo y, seguramente, de una forma de pensar y proceden tan alejada a lo que a usted respecta.

Pues al principio me costó muchísimo, la verdad. Te diría que fue, incluso, doloroso. Porque al final, para preparar un personaje así, te acabas metiendo en cosas y acabas leyendo historias a las que jamás pensabas que te acercarías. Pero ponerte a ver vídeos de campos de concentración no te lleva a ningún sitio... Quiero decir: tienes que entender que eran personas con unas profundas convicciones que ponían sus principios morales y políticos por encima de todo; que ella realmente pensaba que estaba haciendo un bien a la humanidad, que estaba salvando a la gente del gran mal de aquellos años, el comunismo. Cuando consigues eso es cuando puedes empezar a trabajar, a encontrar conexiones (por alejada que esté de ti).

Ha sido todo un reto, imagino.

Sin duda. Pero un reto fascinante, porque interpretar a una mujer como ella, que en aquella época tenía tantísimo poder, ha sido... apasionante. Así que estoy supercontenta y superagradecida por esta oportunidad. Además, ha sido un trabajo tremendamente emotivo porque Almudena murió durante el proceso... De hecho, yo iba a pedir una reunión con ella para hablar de Clara cuando, justo, me dijeron que había fallecido. Sin embargo, en la primera reunión que tuvimos con todo el equipo, estuvimos con gente de su editorial que nos contó que, antes de dejarnos, conoció el cast y se mostró muy satisfecha con los actores, lo que fue un subidón. Y, luego, otro momento bonito fue, ya durante el rodaje, un día que estábamos en el Palacio Real de El Pardo –donde Clara ofrecía una fiesta para altos cargos alemanes– y vino su marido, Luis García Montero. Una llorera...

Ya imagino... Por cierto, lo primero que pensé cuando supe de este proyecto es que adaptar una novela como Los pacientes del doctor García, con tantas historias entrelazadas, era una temeridad. Pero, bueno, estamos ante una superproducción...

Sí, sí. Yo había momentos en que pensaba: «¡Madre mía!» [Risas]. Recuerdo flipar muchísimo con un set que prepararon para que grabásemos un torneo de boxeo que Clara organizaba entre falangistas y militares, que tenían sus rencillas (y esto se supone que era para que confraternizasen, que en qué cabeza cabe...). Además, aquello me ayudó a entender muy bien esa ‘borrachera de poder’ que podían tener personas como esta mujer, porque que doscientas personas se levanten al grito de «¡Arriba España!» cuando tú entras da miedo y, a la vez..., no sé, es algo muy visceral.

Por enlazar un poco con La desconocida: proyectos como este, como Los pacientes del doctor García, demuestran que, hoy día, la pequeña pantalla tiene muy poco que envidiar a la grande, al menos en términos de producción.

Nada. Ni en producción ni en casi nada. La única diferencia –al menos para los actores– es el tiempo. Una serie la estás grabando, a lo mejor, durante medio año, pero una peli es raro que supere el mes, mes y medio. En este sentido..., bueno, en las series, si tienes un papel protagonista, no es difícil sostener a tu personaje, pero si es secundario y tienes que ir, parar y volver al cabo de un tiempo para rodar otra cosa, pues... Pero, bueno, con trabajo se hace.

Lo sabe bien porque, desde que ganó el Goya ha hecho mucha televisión, incluida alguna serie de bastante éxito, como Élite. Sin embargo, y a excepción de con la argentina Errante corazón (2021), no la hemos visto en salas. ¿Tenía ganas de volver a la primera línea del cine español (cosa que hace ahora con La desconocida)?

Tenía muchísimas ganas. Además, La desconocida es un proyecto muy especial para mí porque es obra de un amigo al que conocí al poquito de llegar yo a Madrid, Pablo Maqueda. De todas formas, el mío en esta película es un personaje muy pequeñito. Es verdad que es parte importante de la trama –de la que poco se puede contar–, pero aquí los grandes protagonistas son Laia Manzanares y Manolo Solo; yo solo me encargo de aportar algo de luz a una historia que gira en torno a algo tan espantoso como es el ciberacoso a menores. Pero, eso: estoy encantada de estar ahí porque son amigos –tanto Pablo como Haizea G. Viana, que es coguionista– y porque ellos querían específicamente que yo hiciera este papel.

¿Que es...?

Interpreto a la mujer del ‘prota’, de Manolo Solo. Son una pareja de barrio, de clase media-baja y aparentemente normal, pero él oculta algo bastante turbio que el que haya visto Grooming –la obra en la que está basada la película, de Paco Bezerra– ya conocerá.

Parece que se encuentra especialmente cómoda en este tipo de registros...

No es que me encuentre especialmente cómoda haciendo thrillers, pero es lo que me ofrecen [Risas]. Yo estoy deseando hacer comedia. De hecho, la otra película de la que te hablaba antes, que es Un lugar común, de Celia Giraldo, es una comedia y me hace muchísima ilusión haberla podido protagonizar. Además, es una cosa como muy especial... No sé si has visto Toni Erdmann (2016), de Maren Ade...

Sí. Que estuvo hace unos años en Cannes y se llevó Mejor Película en los Premios del Cine Europeo.

¡Sí! Pues en esa línea de humor incómodo, de este ante el que no sabes muy bien cómo reaccionar. Va de una mujer que, de pronto, descubre que no todo en la vida es cuidar de sus hijos, o cuidar en general; de hecho, la película viene a preguntarse algo así como: «¿Quién cuida a los cuidadores?». Y la verdad es que la disfruté muchísimo... Y eso que el rodaje coincidió con el final de Los pacientes del doctor García, con lo que..., imagínate: pasar de una falangista nazi a una ama de casa enfermera no fue sencillo [Risas]. Pero ha quedado genial. Ahora mismo están acabando la postproducción y, la verdad, estoy deseando que la gente pueda verla porque tengo grandes esperanzas puestas en esta película. Quienes ya han podido echarle un vistazo –gente importante– han salido encantados...

La desconocida llegará a las salas comerciales el 9 de junio, pero esta... ¿para cuándo?

No sabemos todavía. Lo que sí te puedo decir es que la otra serie que tengo pendiente de estrenar es El cuerpo en llamas, para Netflix, e imagino que estará en la plataforma para septiembre u octubre.

Tiene pintaza.

Fuah, va a ser una locura [Risas]. Es la gran vuelta de Úrsula Corberó a la televisión tras La casa de papel –además con Quim Gutiérrez como coprotagonista– y..., de verdad, el otro día pude ver los tres primeros capítulos y es impresionante. Está inspirada en el llamado ‘Crimen de la Guardia Urbana’, de 2017, en el que dos agentes, amantes, mataron al novio de ella. Va a ser un pepinazo.

¿Y en esta de qué le toca hacer?

Pues es maravilloso, porque yo soy la inspectora que investiga el caso [Ríe], mossa d’esquadra, jefa del departamento de Investigación Criminal (que en la realidad era un hombre pero que los responsables de la serie han tenido a bien convertir en mujer). Soy la antagonista, digamos.

Son muchas cosas las que tiene en cartera y no sé si anda con algún proyecto más a la vista... ¿Contenta por el momento profesional que le está tocando vivir?

Muy contenta. Además, ahora me viene un momento de ‘paro’, de descanso, y estoy superfeliz. Básicamente porque necesito ocuparme de otras cosas de la vida, pero va a ser un standby muy cortito, ya que en mayo tengo programado ya otro rodaje. Sea como sea, lo afronto satisfecha por el trabajo hecho hasta ahora y deseando que el público pueda ver y disfrutar todas estas cositas.