Mundo Cooperativo

La sequía agrava la incidencia de la avispilla del almendro

La mesa regional de Sanidad Vegetal aborda la situación en la que se encuentran entre diferentes plagas

Larvas de la plaga de avispilla del almendro. | CARM

Larvas de la plaga de avispilla del almendro. | CARM

R.A.

La mesa regional de sanidad vegetal, de la cual forma parte la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), mantuvo un encuentro donde se analizaron diferentes cuestiones que afectan al sector agroalimentario de la región, como el virus rugoso del tomate, la avispilla del almendro o el trips Chilli. En este sentido, tal y como indican desde Fecoam, «uno de los factores que más incide en la calidad del producto son los daños causados por las plagas, que luego se trasladan en pérdidas económicas».

Así, respecto a la situación del virus rugoso del tomate, la federación solicita que se continúe con el grupo de trabajo técnico de la mesa del tomate, funcionando desde hace casi un año. Como explican los técnicos de Fecoam, «cada vez los síntomas del rugoso son más apreciables, y aunque se ha minimizado la extensión y la gravedad de los daños en comparación con la situación de partida, el control de la enfermedad sigue siendo complejo por su fácil trasmisión».

Sobre el organismo nocivo Scirtothrips Dorsalis, conocido como trips Chilli o trips amarillo del té, detectado el otoño del año pasado en las zonas de El Jimenado, Sangonera la Verde y otras, los daños más graves aparecieron en las brotaciones y rodrejos. Para la federación, se necesita incrementar el servicio de monitoreo de plagas, así como un grupo de trabajo para el limón.

Avispilla del almendro

Fecoam hace hincapié en la plaga de la avispilla del almendro, con una alta incidencia en los últimos años, registrándose un aumento de sus poblaciones en la Región de Murcia e incrementándose el riesgo potencial que representa. Es tal la importancia de esta plaga, advierten los técnicos de la federación, que a nivel autonómico existen una serie de medidas fitosanitarias de obligado cumplimiento (Orden de 26 de diciembre de 2018) en la que se establece como obligada la quema de las almendras retiradas, precisamente para evitar su propagación.

Hasta el momento el control químico mediante aplicación de productos fitosanitarios se encuentra muy limitado. Las únicas materias activas autorizadas en agricultura ecológica son piretrina y aceite de parafina; y en agricultura convencional, lambda cihalotrin y spirotetramat, que dejará de estar el año que viene. El control de las larvas es ineficaz ya que se encuentran protegidas dentro de la almendra. Además, hasta la fecha, no se conoce ningún tipo de feromona o depredador natural para controlar esta plaga.

Se trata de una plaga muy preocupante debido al incremento de superficie que está en riesgo de abandono debido a las dificultades derivadas de la sequía. Si no se realiza la recolección de los frutos afectados, aumenta la propagación de esta plaga y la extensión de focos. Fecoam solicita continuar investigando sobre métodos de control directos: físicos, mediante trampas de feromonas, químicos, con sustancias activas, y biológicos, con enemigos naturales.

Los costes de recolectar y eliminar los frutos afectados por la avispilla del almendro dependen del grado de incidencia, pero pueden oscilar entre los 150-250 euros/ ha. Desde la mesa regional de Frutos Secos se le ha solicitado a la Comunidad Autónoma una línea de ayuda para ayudar a la recolección los frutos afectados por la avispilla del almendro.