Medio ambiente

La falta de agua en Altiplano, Abanilla y Fortuna, al Senado

La Cámara Alta aprueba una propuesta del PP para ejecutar infraestructuras hídricas

Beatriz Díaz

El Senado ha aprobado una moción del Partido Popular instando al Gobierno central a ejecutar infraestructuras para asegurar recursos hídricos en el Altiplano (Yecla y Jumilla), FortunaAbanilla, lo que podría solucionar los problemas de abastecimiento de la zona, que actualmente depende exclusivamente de aguas subterráneas, incluyendo las compartidos con la demarcación del Vinalopó-L’alacantí. Esta situación de escasez hace vulnerable el abastecimiento para consumo y actividades socioeconómicas, como la agricultura y la industria.

La falta de recursos limita el desarrollo urbano e industrial, afectando negativamente al sector agrícola, vital para la economía y población de la comarca. Antonio Luengo, senador del PP, subrayó que la escasez de agua «estrangula e impide el desarrollo de un sector fuertemente implantado en la comarca, generador de empleo y actividad económica». Luengo criticó al Gobierno de Sánchez por no ejecutar las infraestructuras proyectadas hace más de 15 años, que garantizarían recursos desde el embalse Talave-Cenajo al Altiplano, afirmando que el Ejecutivo «conoce perfectamente las necesidades hídricas de Jumilla, Abanilla, Fortuna y Yecla, pero mantiene su castigo a la Región».

Precisamente, Yecla solicitó la declaración del municipio como zona catastrófica por los efectos de la sequía en su agricultura, en un pleno extraordinario donde todos los grupos estuvieron de acuerdo en hacer esta propuesta al Gobierno central. En concreto, pidieron este estatus “dada la situación de extrema emergencia climática» en la que se encuentran.

Además de esta petición, también reclamaron medidas urgentes, tanto al Gobierno regional como al central, a través de una línea de fondos y ayudas económicas para frenar los efectos de la sequía que está afectando gravemente a la agricultura de secano.

Por su parte, la Unión Europea exige corregir la sobreexplotación de acuíferos para 2027, lo que impone un plazo ajustado para solucionar el problema. Luengo destacó que se han invertido más de 1.300 millones en los últimos 30 años para mejorar la gestión del saneamiento y evitar pérdidas de agua.