Medio ambiente

Un censo de seguridad registra los riesgos del agua almacenada en la Región

La iniciativa mide la peligrosidad de los embalses, presas y balsas de riego para mejorar la seguridad y gestión de las infraestructuras

Un embalse en Alhama

Un embalse en Alhama / SOLETE SLOW PHOTO

Beatriz Díaz

La Región se encamina a mejorar la seguridad y gestión de sus aguas almacenadas con un censo que registra la peligrosidad de sus embalses, presas y balsas de riego. El Gobierno regional estima que hay más de 11.000 balsas de riego construidas en Murcia, que se destaca como la comunidad autónoma con mayor densidad de estas estructuras en relación a su superficie. En este contexto, se está elaborando un registro de seguridad para detallar la cantidad de agua almacenada que existe.

Regular los posibles riesgos

El objetivo es regular los posibles riesgos que pueden acarrear embalses, balsas y presas, y definir las responsabilidades de los titulares de estas infraestructuras. Este esfuerzo es parte de una regulación adaptada específicamente a las condiciones de la Región y tiene «la finalidad de proteger a las personas, al medio ambiente y a las propiedades, estableciendo las obligaciones y responsabilidades de sus titulares, los procedimientos de control de la seguridad, y las funciones que corresponden a la Administración pública», puntualizó la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca.

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Las circunstancias de la Región son muy específicas en lo que se refiere a las balsas, ya que, según las estimaciones de la Comunidad, existe una por cada kilómetro cuadrado de territorio, lo que convierte a Murcia en un caso absolutamente excepcional con respecto al resto de comunidades de España. Por eso, desde el Gobierno central consideran crucial inscribir aquellas que excedan los 20.000 metros cúbicos de capacidad porque, si estas se rompen y hay alguna otra balsa cercana, la situación podría ser de gravedad. Además, para llevar un control riguroso de estas infraestructuras hídricas cruciales para el riego se va a crear la Comisión Técnica de Seguridad de Balsas como órgano consultivo a la hora de la toma de decisiones en materia de seguridad. En este sentido, la iniciativa va a suponer la creación de 80 empleos en el sector privado durante los primeros dos años y 50 a partir del tercer año, con un impacto positivo en los objetivos de la Agenda 2030.

Este censo no se limita a ser una mera recopilación de datos, sino que identifica posibles riesgos y vulnerabilidades en las distintas infraestructuras hídricas. Se trata de un enfoque preventivo que actúa como una herramienta esencial que tiene en cuenta posibles mantenimientos y reparaciones, asegurando el cumplimiento de las normativas de seguridad. Los datos precisos que recopila la iniciativa permitirán tomar decisiones informadas si ocurren incidentes. Al mismo tiempo, facilitarán la protección de los recursos y evitarán riesgos potenciales.

En el registro se inscribirán todas las presas, embalses y balsas con una altura superior a 5 metros o una capacidad de embalse mayor de 20.000 metros cúbicos, independientemente de si son de titularidad pública o privada. Este censo estará bajo la supervisión de la Dirección General del Agua, que es la entidad competente en materia de agua en la Región.

Además, la Administración podrá proceder a la inscripción de oficio de cualquier balsa que deba registrarse y de la cual se conozcan sus características. El Registro contendrá informaciones gráficas detalladas, como planos de situación, plantas de la obra, detalles constructivos y fotografías georreferenciadas.