Gallo rojo, gallo negro, bocinazos y besos en el acto de Pedro Sánchez en Murcia

‘Se encontraron en la arena / los dos gallos frente a frente / el gallo negro era grande / pero el rojo era valiente’, dice la canción de Sánchez Ferlosio que amenizaba el Príncipe de Asturias, en Murcia, en el preludio de lo que prometía ser «un acto para ver a Pedro, a lo que venimos es a ver a Pedro», como comentaba una señora, de las más madrugadoras, que ya revoloteaba por la rampa del pabellón, más de dos horas antes de que oficialmente comenzase el evento del PSOE.

Y después de ‘Gallo rojo, gallo negro’, sonó ‘Mediterráneo’, de Serrat, y ya entonces se empezaba a intuir, por la cantidad de personas que había fuera del recinto, que no iban a caber todas. Numerosos autobuses llegados de distintos municipios atestiguaban algo de lo que luego presumiría Vélez en el atril: ellos habían llenado, a Feijóo se le quedaron butacas vacías, se jactaban los socialistas.

«Si queremos que España progrese, tiene que ganar Pedro», sentenciaba Fina Herrera, llegada de Los Garres, en la fila para entrar. «Claro que va a ganar», le replicaba un señor, convencido. Alrededor, el despliegue policial puesto en marcha para la ocasión incluía a un agente armado sobre el tejado de la Biblioteca Regional, algo que llamó la atención de los simpatizantes que iban accediendo al pabellón junto al Zig Zag. 

Asistieron al baño de masas, por ejemplo, el líder de UGT en la Región, Antonio Jiménez; Ana Jiménez, la conocida como ‘abuela de las vías’. En las gradas, Miguel Lajarín, secretario de Juventud y Diversidad de UGT en la Región. Se dejó ver, en las sillas de primera fila, el ganador de las elecciones autonómicas de hace cuatro años, Diego Conesa, junto a la actual secretaria de Estado de Telecomunicaciones, María González Veracruz.

Pasión por Pedro

«Ay, estoy muy nerviosa», decía Gregoria López, vecina de Lorca de 67 años, unos minutos después de haber bajado corriendo de la grada para tocar y besar a Pedro Sánchez, algo que hizo saltándose el protocolo establecido y para sorpresa de los escoltas que acompañaban al presidente.

«Me gusta mucho cómo gobierna y voy a verlo siempre que puedo. Lo he visto cuatro o cinco veces: en Madrid, Granada, Almería, Valencia… donde puedo», contó a La Opinión.

Además, admitió que le encanta Pedro Sánchez no solo como político, ya que «está como un tren», aunque precisa que últimamente «está muy delgado».

Convocadas por el sindicato SIME, en el exterior y bajo una atenta vigilancia policial, un grupo de pocas personas hacía mucho ruido, porque llevaban bocinas y batucada. ‘Menos imposición, más negociación en el Ayuntamiento de Murcia’, se leía en la pancarta que engancharon en las vallas. Se les escuchó en el interior del pabellón, especialmente durante la intervención del alcalde Serrano; y, cuánto más pitaban, más aplaudían los espectadores, para contrarrestar.

Protesta del sindicato SIME en el exterior del acto de Pedro Sánchez en Murcia