Homenaje

Pedro Guerrero se reencuentra con sus alumnos cincuenta años después

El poeta lorquino fue homenajeado en el colegio Juan Navarro de La Hoya, en el que impartió clase durante más de diez años

Pedro Guerrero se reencuentra con sus alumnos cincuenta años después

Pedro Guerrero se reencuentra con sus alumnos cincuenta años después / Francisco Gomez

Francisco Gómez

Francisco Gómez

El pasado fin de semana se celebró un sentido y emotivo homenaje al maestro, profesor emérito, poeta, escritor, político, amigo de Paco Rabal y Rafael Alberti, entre otros de los grandes: Pedro Guerrero Ruiz.

 A lo largo del sencillo acto que se desarrolló en el viejo comedor del antiguo colegio Juan Navarro de la pedanía lorquina de La Hoya, donde Pedro impartió clases y fue maestro y director entre los años 1971 a 1982, no faltaron los recuerdos, la nostalgia por los viejos tiempos, la compenetración entre maestro y alumnos, a la vez que se derramaba alguna que otra lágrimas.

Pedro Guerrero disfrutó como un niño que acudía por primera vez a la escuela con sus pantalones, camisa y plumier nuevos. ¡Con cuánta poca cosa se puede hacer feliz a una persona!. Ante él volvían a estar quienes fueron sus alumnos hace más de 50 años. Algunos son ya abuelos y otros a punto de ser bisabuelos. Felipe, Fernando, Nieves, Carmen, Pedro, Delfín; que ahora es el alcalde pedáneo del pueblo, Manolo, Roque, Mariano, José Antonio, Caballero, Isidro, Ponce, Pividal, las hijas de Micaela y Antonio del Porvenir Marisol e Isabel y hasta Catalina, 'La Carrasca', quien a sus 87 años de edad recuerda cuando Pedro Guerrero siendo un joven apuesto acudía cada mañana con algunos de sus compañeros de colegio, en la hora del recreo, hasta su pequeña tienda de comestibles, con servicio de bar incluido, junto a la Carretera Nacional 340, para degustar la butifarra y el vino tinto que solamente "La Carrasca" tenía de entre todo el entorno comarcal.

Aguantó como un jabato durante más de cinco horas al lado de su inseparable Juani y junto a la lista de muchachos y muchachas con los que practicó una enseñanza-aprendizaje, como se entendía en aquellos tiempos desde una perspectiva y perspicacia, como planteamiento de los movimientos de renovación pedagógica, olvidando para siempre aquello que decía: la letra con sangre entra.

Desde la nueva metodología que Pedro Guerrero implantó al llegar a La Hoya, maestro y alumnos se propusieron caminar juntos. Las muchas lecturas de libros y antologías literarias llegaron a fructificar en un periódico escolar y una Antología Poética que aún conservan como un tesoro de aquella infancia formidable y de aquel alumnado entusiasmado que demostró, con su presencia al acto, que el maestro Pedro Guerrero no era cualquier cosa y que dejó huella.

 El acto de homenaje, al que asistieron las autoridades municipales y hasta la senadora Antonia López Moya, vecina de La Hoya, sirvió también para presentar el libro Memoria Poética de Pedro Guerrero Ruiz, editado por la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Santa Cruz, bajo la coordinación de Joaquín Gris.  

El punto final del acto lo puso uno de sus alumnos: Pedro Abellaneda, recitando dos poemas en honor al homenajeado. Pero la fiesta terminó a altas horas de la madrugada en el bar de Santiago, otro de sus alumnos, degustando los más ricos y variados productos de la gastronomía local. Y no paró ahí la cosa, porque todos quedaron en participar muy pronto en otro acto, para que los vecinos de la calle "Escritor Pedro Guerrero", de La Hoya, conozcan personalmente al polifacético personaje que da nombre al lugar donde viven.  

En el transcurso del acto Pedro Guerrero recitó ante los asistentes varios poemas incluidos en el libro que se presentó y que buena parte de sus alumnos adquirió.

Entre los presentes se encontraban también los concejales del Partido Popular Antonio David Sánchez y Ángel Meca, que actuó de moderador, junto a los socialistas José Luis Ruiz y Juan Carlos Segura, además de la concejala de VOX, MaríaTeresa Ortega.

Durante su intervención, Pedro Guerrero tuvo un recuerdo especial para su hermano Pepe Guerrero, que sufre una delicada enfermedad. Propuso a la representación municipal presente que una calle del municipio lleve su nombre recordando que con ese fin se están recogiendo firmas. El concejal Ángel Meca recogió el guante y propuso presentar una moción conjunta, al Pleno, de todos los grupos municipales en ese sentido.