A primera hora de la mañana comenzó el desmontaje de las estructuras del siglo XIII para llegar a niveles del siglo y continuar con la excavación arqueológica, tal y como autorizó la consejería de Cultura. El movimiento de camiones cargados con palets, en los que se iban a trasladar los ladrillos, hizo que los miembros de la Plataforma que aboga por la conservación de los restos in situ se movilizara en masa para impedir la salida de los vehículos. En la imagen, policías nacionales formando una barrera para impedir que la tensión fuera a mayores.